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Por Idafe Martín
La desocupación de menores de 25 bate récords en la UE.
En España llega al 43,6%. Alarmada, la Comisión Europea llamó a los gobiernos a hacer reformas urgentes. También aflora la generación “Ni-ni”, los que ni trabajan ni estudian.
Pablo Nogales, andaluz de 24 años afincado en Madrid, terminó su formación universitaria de geógrafo en junio de 2009. Su currículum es bueno, habla inglés y también francés, que lo aprendió durante un intercambio de seis meses en la ciudad francesa de Toulouse. Está desocupado y desde hace más de un año y medio sólo ha trabajado un par de meses en un centro comercial. Nada relacionado con sus estudios.
“No tengo ninguna esperanza” , dice Pablo. “Se reducen las plazas de profesor en la educación pública, para muchas empresas estoy sobrecalificado y en este país siempre se castiga a los jóvenes cuando hay crisis. Después nos pedirán una experiencia laboral que no tendremos y cuando la economía crezca, si crece algún día, los que vienen por detrás de nosotros conseguirán los nuevos empleos porque nosotros andaremos rozando los 30 años y no tendremos experiencia”.
Como Pablo, Catherine, una británica de 23 años diplomada en psicología, busca y rebusca en Londres un empleo relacionado con su materia mientras sobrevive trabajando algunas noches en un pub. “Todos esperamos que al principio sería difícil, que no tendrías tu trabajo soñado a la semana de salir de la universidad, pero esto es distinto. Para cada puesto hay cientos de postulantes y siempre hay alguien que acepta peores condiciones que tú”.
Añade que “el desempleo entre los jóvenes es mucho más alto, perdemos años esperando por un trabajo, por cualquier empleo algo estable. Si las cosas siguen de esta manera, tendré que volver a vivir con mis padres. Nadie lo ve así, pero para mí eso significa un fracaso de la política”.
La crisis económica está acabando con los sueños de toda una generación de europeos. Según los últimos datos de Eurostat –la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea– el desempleo juvenil –hasta 25 años– bate récords en Europa y ronda ya el 40% en algunos países. En España alcanza al 43,6%.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo el pasado miércoles que estas tasas son “escandalosas” y urgió a los gobiernos del bloque a acelerar las reformas estructurales y la creación de empleo, potenciando sectores como el de la energía, el transporte y las telecomunicaciones.
Durao Barroso aseguró que “cualquiera que se preocupe por la Europa social sabe que esto no puede continuar”. La población europea menor de 25 años tiene una tasa media de desempleo del 21%, aunque estos datos varían enormemente país por país.
Mientras en Holanda es del 8,4%, en Alemania del 8,6% y en Austria del 10,3%, en Lituania se dispara hasta el 35,2%, en Eslovaquia al 36,6% y España bate todos los récords con una tasa del 43,6%.
La destrucción de empleo de los últimos tres años se ceba así en un grupo de población que no puede acceder al mercado laboral y que cada vez lo tendrá más difícil.
Además, está creando lo que ya se llama la “generación Ni-ni”, en referencia a quienes ni estudian ni trabajan . En esta categoría se encuentra el 15,9% de los jóvenes italianos y el 15,3% de los españoles. Aunque el desempleo juvenil español es mucho más alto que el italiano, estos datos muestran que los jóvenes desempleados españoles al menos tienen acceso a cursos de formación.
En el conjunto de la UE, los “ninis” son el 9,9% (con datos de la OCDE de finales de 2009). Esta organización pide a los gobiernos que sigan políticas que fomenten el empleo en los sectores más castigados, como el juvenil. El Reino Unido, donde uno de cada cinco jóvenes está desocupado, tiene un programa específico para menores de 18 años. Y Bélgica ayuda a la búsqueda del primer empleo.
España también tuvo otro récord. En 2009 fue el país de la UE donde más jóvenes abandonaron los estudios –el 35,6%–, cuando la media de la UE es del 15%.
Según la OCDE, la crisis ha provocado que los jóvenes tienen la mitad de posibilidades de conseguir un empleo que el resto de la población. La OCDE pone como ejemplos a seguir a Dinamarca y Holanda.
Además, esta generación desconfía de las instituciones.
Un estudio de la Fundación para la Innovación Política asegura que el compromiso político y la confianza en las instituciones públicas es mucho menor en Europa que en el resto del mundo, con los jóvenes franceses como líderes de la desconfianza. Mientras el 71% de la juventud china confía en su gobierno, en Europa estas tasas rondan el 20%.
Además, la mayoría de los jóvenes del sur de Europa desconfían de las instituciones internacionales y principalmente de la UE, a la que ven como inútil ante la crisis económica y cuya única política hasta ahora ha sido la de poner de rodillas a países enteros con su exigencia de planes de ajuste y su actitud acomodaticia ante los mercados financieros.
Fuente: clarin.com