El desempleo y sus consecuencias

Publicado el 06 noviembre 2011 por Empresadehoy

Foto de portada de: JuanJaén

Cuando crece la tasa nacional de desempleo, envejece la fuerza laboral (los grupos más jóvenes de la población activa, tienen tasas de desempleo notablemente más altas que los grupos de mayor edad) y las personas que carecen de un grado suficiente de preparación, experimentan tasas de desempleo que son de tres a cinco veces mayores que la experimentada por personas con un título universitario o similar.

Nadie se siente bien cuando pierde el trabajo, ya que el trabajar es importante para el sentimiento de autoestima. Un número importante de trabajadores que sufren o han sufrido el desempleo, hablan de conflictos en su vida familiar, pues la falta de trabajo interfiere inexcusablemente. Son conflictos moderados o graves que se dan más a menudo en familias con hijos en edad escolar o recién terminada esa fase de su vida.

El desempleo produce, como poco, fatiga e irritabilidad. Uno de los principales problemas que se crean cuando alguien pierde su trabajo es que rompe sus hábitos y sus rutinas normales y proporciona mucho tiempo libre poco satisfactorio.

Hoy en día, la posibilidad de perder el trabajo se debe contemplar como posible. Sin embargo, hay que procurar mantener el estrés que esto supone en un nivel razonable. Por difícil que sea, es imprescindible no perder la calma con uno mismo y su familia. Hay que procurar que no cunda el pánico y no pensar que el mundo se ha derrumbado, sobre todo si la pérdida del trabajo no fue por culpa propia.

El desempleo es un asunto de familia con la que hay que hablar de cómo los escasos ingresos se deben gastar, lo que es y no es importante. Prepararse para cambiar el nivel de vida, al menos temporalmente, sin renunciar a sus necesidades básicas. Su objetivo inmediato es sobrevivir emocional y económicamente hasta que los malos tiempos pasen.

Algunas sugerencias que esperamos puedan ayudar a manejar el estrés que produce el desempleo y a 'tomar el control' de la situación:

-Crear un plan para la búsqueda de empleo, considerando la posibilidad de nuevas industrias donde las habilidades y experiencia puedan ser de valor.

-Mantener un horario o rutina diaria para mantenerse activo. Seguir un horario como lo haría en circunstancias normales y tratar de salir algún rato de casa, aunque sea a dar un paseo.

-Hacer alguna actividad que distraiga la mente. Dibujar o escribir, o darle tiempo a un hobby, algo que le guste hacer.

-Mantener la identidad positivamente y aprender nuevas habilidades.

-Centrarse en lo que está dentro de su control. No es bueno preocuparse o pensar en cosas que no puede controlar. En cambio, céntrese en las cosas que pueda hacer que ocurran.

-Estar desempleado puede llevarle a la soledad y el aislamiento. Mantenerse conectado es importante para su bienestar y también para su búsqueda de empleo.

¿Somos lo que pensamos? Las personas con una autoestima saludable es más probable que salgan antes del atolladero que las que piensan mal de sí mismos. Un sentido positivo le pueden llevar a mantener positivas entrevistas de trabajo.

Controlar las emociones. El proceso de búsqueda de empleo tendrá muchos altibajos, pero, en lugar de entrar en una montaña rusa emocional, hay que mantener la perspectiva y tratar de mantener las emociones en equilibrio.

Se pueden experimentar los mismos sentimientos que si estuviera gravemente enfermo. Sorprendido, enojado, ansioso sobre cómo va a pagar las cuentas. Esto también puede hacer que se sienta frustrado y deprimido.

¿Por qué?

El trabajo es una parte importante de la autoestima y cuando se pierde la autoestima puede verse disminuida, y comenzar a sentirse inútil. Trate de ver que perdió su trabajo por problemas económicos o decisiones políticas dentro de la empresa, de los que, en ninguna manera, es responsable.

Hable con su familia y amigos acerca de los problemas con los que se enfrenta. Su cariño y apoyo le pueden ayudar a hacerlos frente. Vea que se preocupan por usted y que usted es importante para ellos tenga o no tenga un puesto de trabajo.

Cuando se pierde el puesto de trabajo, no importa la razón, se pierde también una gran parte de nuestra identidad y surge la pregunta ¿Qué hacer?

La identidad está formada por valores, educación, ética de trabajo, prioridades personales, y muchas otras cosas. Cuando está en paro, se sentirá como un extraño y hasta creerá que su estatura disminuye. Se sentirá incompleto.

¡Basta! Sabemos que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, sin embargo, vale la pena. Comience enumerando todos sus logros positivos a lo largo de su vida, hasta que sus páginas personales se llenen de nuevo con todas las cosas que le hacen ser como es.

Su autoestima mejorará y se reafirmará la confianza en sí mismo sí mismo. Ahora estará listo para hacer frente con mayor energía a las exigencias de la búsqueda de empleo.