El desencanto de los accionistas.

Publicado el 12 septiembre 2015 por Federico Mondelo
En el camino hacia la Mejora Continua, en las empresas pymes hemos aprendido la importancia de conocer el grado de satisfacción de los clientes, medir el clima laboral y la motivación de los empleados, hasta el posicionamiento de la marca, o la aceptación de la empresa en la comunidad.
Pero, en lo que a medir satisfacción respecta, hay una parte interesada, vital para la organización, a la que, a veces, solo unos pocos prestan atención:
¿Qué sucede cuando los accionistas no están satisfechos con su propia empresa?
Los posibles casos.
Caso 1:
Supongamos que el socio fundador, o la familia fundadora, ya han delegado la gestión operativa en un Gerente profesional, y ellos se concentran en la marcha de la empresa y en la toma de decisiones, a través del Directorio.
¿Cómo haría este Gerente, que no proviene de la familia propietaria, para monitorear la satisfacción de los accionistas?
¿Alcanzan las reuniones de Directorio para percibir lo que pasa?
Tal vez un indicador interesante sería el grado de aprobación que obtienen sus propuestas por parte del Directorio. Aunque mantener estrecho contacto individual y personal con cada Director es fundamental.
Caso 2:
Supongamos ahora, como sucede muchas veces, que el Gerente es también el dueño de la empresa.
¿Puede suceder que no esté satisfecho con la empresa (su "creación"), y a la vez con su propia gestión?
¿Es esto una autocrítica?
Sea cual fuere el caso, estos 2 u otros similares, el problema pasa por las causas que dan origen a esa insatisfacción (individual o colectiva).
Aquí ensayamos algunas de esas posibles causas:
Causas de insatisfacción
Habitualmente, las causas que generan desencanto entre los dueños/accionistas, se basan en 3 razones (o en una combinación de todas o algunas de ellas): pérdida de rentabilidad, pérdida de tiempo personal y calidad de vida, y falta de desarrollo profesional.
Veamos expresiones típicas en cada caso:
  • Rentabilidad
"No encuentro el negocio"
"La rentabilidad es totalmente desproporcionada al esfuerzo / dedicación"
Aquí cabría preguntarse si la situación parece ser temporaria, afectada por alguna coyuntura económica del momento, o es permanente y se viene agravando con el tiempo.
También si el origen de la baja renta es interno a la empresa, o proviene de un contexto poco gestionable.
En cada caso, las recomendaciones pueden (y deben) ser muy distintas.
  • Tiempo personal
"No me alcanza el día".
"Las urgencias consumen toda mi atención".
"Estoy full time, de Lunes a Lunes".
Estos problemas están muy ligados a la personalidad del dueño, a la falta de delegación de tareas, y a la tercerización de actividades no sensibles.
El control no pasa por la ejecución.
Con un buen coaching, colaboradores adecuados, un tablero de indicadores, y el ejercicio permanente de un diagrama de impacto-urgencia, puede encontrase solución.
  • Desarrollo profesional
"Siento que esto no tiene que ver con lo mío".
"Necesito encontrar pasión en lo que hago".
Esta es una de las razones de más difícil solución. El empresario no se identifica con el producto o servicio que ofrece.
Puede ser que sea la segunda o tercera generación de una familia empresaria, que ha heredado el control de la compañía.
Si no hay posibilidades de profesionalizar la gestión, lamentablemente aquí todas las salidas pasan por transferir la gestión o la propiedad.
Crónica de una muerte anunciada.
Como vimos, hay "desencantos" solucionables, y otros que no lo son.
Para aquellas situaciones que ya entraron en un callejón sin salida, es necesario evaluar "soluciones a medida" de cada empresa. Algunas prodrían ser:
  • Tranferencia a otro integrante de la familia.
  • Delegación
  • Venta amigable
  • Management buy out
  • Venta urgente
Conclusiones
Si Ud, amigo empresario, se identifica con este post, no se desespere. Su caso no es el único y tampoco está solo.
Llámenos.
Podemos ayudarlo a encontrar soluciones.
Federico Mondelo.dirección & negocioswww.direccionynegocios.com.ar