El destete de la sinconciliación

Por Lagrula

Foto de nuestra sesión con Coloma Photo


Ayer estaba "wachapeando" con mi amiga Mónica, contándonos un poco nuestra vida y me preguntó sobre el destete de Grulita, y me di cuenta, que aún no había hablado de él.
Como ya os conté, Grulito se destetó a los 28 meses, debido a mi segundo embarazo, pero Grulita se destetó definitivamente a los 7 meses, con todo el dolor de mi corazón.
A pesar de mis 28 meses de lactancia con Grulito, la lactancia con mi niña, no fue un camino de rosas, tuvimos problemillas y tuvimos que recurrir a la lactancia mixta hasta que a los dos meses conseguimos una lactancia materna exclusiva. La verdad que empecé a disfrutar de verdad, sin dolor, sin grietas, sin ningún problema a partir de ese momento, estaba super contenta porque no me rendí, porque era lo que yo quería, por eso luché por ella hasta el final. 
Yo ya había hablado con la empresa, antes del parto,  que computaba las horas de la lactancia que me correspondía hasta los meses de mi niña,y las lo cogía todas juntas, de tal forma que así, podía seguir dándole pecho exclusivamente, disfrutar más de ella, y no tener que llevarla a la guardería tan pequeñita, porque con 16 semanas se me partía el alma. Si me cogía la lactancia, cuando yo me incorporase a trabajar, mi marido ya tendría vacaciones y no haría falta llevarla hasta septiembre, que es como lo hicimos con Grulito, ya que nacieron por la misma época.
Todo este plan se me desmoronó, cuando recibí la llamada de mi jefe, a cuatro días de que se cumplieran las 16 semanas de mi permiso maternal:
" Raquel, la empresa no se puede permitir darte la lactancia, no te podemos obligar, porque es tu derecho según el convenio, pero no podemos pagar a  tu sustituta, porque la Seguridad Social no te paga a ti la lactancia...y claro...lo tenemos que asumir nosotros"
En ese momento, mi mundo se desmoronó, no te obligaban, pero si, supongo que me entenderéis,  colgué el teléfono y no podía parar de llorar, me tenía que separar de mi bebé que ni tan solo tenía los cuatro meses, ahora que todo iba viento en popa, que disfrutaba cada momento, que yo ya estaba mejor del hematoma interno, tras la cesárea.... la rabia, la impotencia, se apoderó de mi, y no paré de maldecir.
Tengo la suerte de que tengo mucha confianza en la escoleta, y sabía que la iba a dejar en buenas manos, pero no, yo no quería eso, yo quería estar con ella, pero tuve que volver, desde luego cuando volví pues no me callé,  no me sirvió de nada, pero bueno, al menos me despaché agusto, la empresa no pudo asumirlo, pero yo tuve que asumir en lo ecónomico, un desembolso de 600 euros porque Grulito también iba a la escoleta, pero bueno, ese, es otro tema.
Imaginaros, con un bebé que solo toma leche, tuvimos que volver al biberón, menos mal que lo cogió bien , porque Grulito, por ejemplo, tuvo que pasar de la teta a la cuchara, porque no quería una tetina ni en pintura. Y claro, durante el tiempo que yo no estaba con ella, pues se alimentaba de biberón, cuando llegaba yo de trabajar, le daba la teta, pero cada vez el interés por el pecho era menor, demasiadas horas separadas, ni más ni menos que 9 horas y media. A pesar, de mi insistencia, mis pechos cada vez producían menos, y eso que me llevaba el sacaleches al trabajo pero nada... hasta que dejó de pedirme.
Y así fue el destete, un destete que me dolió en el alma, se, que ella no sufrió,porque  yo no se lo negué,  fue ella sola, pero a mi me produció mucho pesar, el pensar que por culpa de este sistema, mi hija no pudo estar conmigo, no pude amamantarla lo que me hubiera gustado, y que además sabía que ya no iba a tener más bebés, que ya iba a volver a tener esa experiencia y eso... cada vez que lo pienso, me produce un nudo en la garganta y se me empañan los ojos.
Y ese... fue el destete de la SINconciliación.