Porque el destino no está escrito en firme, que se reescribe a cada momento, en cada respuesta a cada situación.
No puedo pararme, sentarme y esperar si quiero que algo cambie.
Dejo que la vida me indique y fluyo con la situación, porque ir en contracorriente no es natural y agota. Y siempre, en cualquier momento puedo cambiar el sentido, el rumbo, crear un camino nuevo, pero jamás en contra, porque ya me cansé de cansarme.
Porque quiero vivir a tope cada una de las situaciones que yo misma haya creado y de esas vivencias, a veces equivocadas pero mías, observo como el universo coloca las fichas de manera adecuada, sin error.
Siendo la dueña de mis modos y de mis tiempos. Siendo consciente de que la vida es un ensayo, y hay que vivirla como es, disfrutando de cada capitulo, incluso de cada toma falsa.
Porque el destino no tiene guión lo escribo en cada momento.