El liderazgo de Pablo Iglesias, Errejon y su pintoresco equipo no sólo lo ha conducido a encajonarse en una izquierda radical que le hace perder millones de votos de españoles indignados y deseosos de cambio, sino que ha eliminado todos sus rasgos románticos y le ha hecho perder la imagen de "movimiento" ciudadano que tenía en su primera etapa.
Por su radicalismo, errores de bulto, antipatía despertada por Pablo Iglesias, excesivo amor a los cargos, cierta chuleria, actitudes arrogantes y afición por la política espectáculo, Podemos ha iniciado un proceso de caída que puede llevarlo a perder casi la mitad de sus votos si se repiten las elecciones y a convertirse en un partido insignificante en el futuro.
Lo han mandado al gallinero del Congreso, le surgen escándalos por todas partes, muchos de sus dirigentes y cuadros no dan la talla, la fragmentación interna ha comenzado y se están ganando la antipatía de media España. La separación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que quiere tener su propio partido, puede ser el pistoletazo de salida de la desintegración.
Pablo Iglesias pierde amigos constantemente, dentro y fuera de su partidos, entre ellos algunos ex ministros socialistas y muchos periodistas y políticos independientes influyentes.
Cuando nació el 15 M, la parte más honrada e indignada de España se echó a la calle para apoyar a aquellos jóvenes que, por fin, reaccionaban contra la injusticia y la corrupción. El apoyo al movimiento fue espectacular. Pero poco después llegaron los "profesionales" de la política, encabezados por el trio Iglesias, Monedero y Errejón, y se lo apropiaron, conduciendo hasta la decadencia y arruinando un movimiento que, conducido de otra manera, podía haber transformado España.
Podemos fue arrinconado en la izquierda radical y adquirió la imagen de un partido comunistoide y populista, cuando su ámbito natural era mucho mas rico, nada menos que todo el centro amplio de España, desde la izquierda moderada a la derecha más decente, donde siempre ha existido una masa crítica de votantes capaz de proporcionar las mayorías absolutas muy amplias.
La historia de Podemos cada día es más la de una oportunidad perdida. Era mucho "más que un partido" y ahora es sólo "un partido más".