El día 14

Publicado el 18 diciembre 2015 por Davidyuste


Hay días en la vida que sabes que en cuanto pongas un pie en el suelo, el resto de tu existencia cambiará para siempre.
El pasado día 13, mi mujer me despertó de sopetón a las 08:15 de la mañana, había roto aguas. Desde ese mismo momento sabíamos que era cuestión de horas que nuestra hija Júlia viniera a este mundo.
Pasó el largo día 13, Júlia no se decidía a salir y esperó hasta el 14, ese maravilloso día que a las 04:47 nos trajo a nuestra hija al mundo.
A partir de ese momento todo cambió, por fin pudimos ver su hermosa carita, acariciar su piel, ver sus grandes y azules ojos, escuchar su primer llanto, pero además de todo esto, ese fue el primer día de algo nuevo para mí, ser padre.
Padre, una palabra demasiado grande para mí había pensado siempre, la verdad que a estas altura ya no creía que lo sería, pero como dice @JouPetit en su última entrada Viva la vida, nunca es tarde para nada, ni para el amor, ni para ser padre, ni para un sinfín de cosas más.
Desde ese día, mi vida a cambiado, valoro infinitamente el pasar todas las horas que pueda con mi hija, en que ella es lo primero y todo lo demás puede esperar, que el mundo se para mientras me pierdo en sus ojos, mientras examinó una a una todas sus muecas y expresiones. Sé desde hoy, que pase lo que pase parte de mí seguirá con ella, que deseo vivir muchos años para poder disfrutar de sus vivencias, y que esto es lo más grande que puede hacer un ser humano, y es traer a este mundo a otro ser humano.
He de confesar que nunca me han gustado mucho los niños, de hecho ni siquiera de niño me gustaba jugar con otros de mí misma edad, pero el nacimiento de mi primer sobrino ya me hizo ver las cosas de otra manera y con mi sobrina ya hizo que se me despertara el instinto del todo. 
Hoy puedo decir que soy el orgulloso padre de una niña preciosa, y por ello tengo que dar las gracias a @RakelMitjavila. A ti Raquel, te digo que no podía encontrar un madre mejor para nuestra hija. ¡Un millón de gracias!