Se ha vuelto a repetir, otra vez volvemos a tener un barco hundido reposando en el fondo del mar, cargado con fuel. Después del hundimiento del Prestige en noviembre de 2002 y después de la media docena de accidentes similares ocurridos solo en la costa gallega en los años precedentes, volvemos a estar igual que antes. ¿Donde están los puertos sucios, las medidas de seguridad, las fragatas de vigilancia, el control de los barcos con banderas de conveniencia? En ningún sitio. Todo está igual que antes, o incluso peor, porque en este caso las decisiones que se han tomado han sido tan estúpidas o incluso más de las que se habían tomado antes del hundimiento del Prestige. Afortunadamente, y dentro de la amenaza que supone este hundimiento, la carga de fuel que se encuentra en sus tanques es de 1500 Tm, que no se pueden comparar con las 77.000 Tm de fuel pesado que transportaba el Prestige.
El barco hundido en esta ocasión, el Oleg Naydenov, era un arrastrero de bandera rusa que llevaba amarrado en el Puerto de la Luz, en Canarias, desde el 2 de marzo. Todo parece indicar que era uno de tantos barcos infames que se dedican a la pesca pirata en el este de África y que incluso ya había sido denunciado por la UE y al que Senegal le había revocado la licencia de pesca en 2012, pero que a pesar de todo seguía pescando. ¿Por qué se le permitió la entrada a un barco de esta características en un puerto canario? Alguien tendrá que decirlo.
Pero volviendo al tema del accidente, tal como he comentado, el barco no se vio amenazado en ningún momento por un tremendo temporal, como ocurrió con el Prestige en otoño de 2002, ni sufrió una rotura en su casco, ni estaba a la deriva. El Oleg Naydenov estaba amarrado en un puerto cuando el pasado fin de semana por causas que aún se desconocen comenzó a arder. Después de varias horas intentando sofocar el incendio, la Capitanía Marítima decidió sacarlo fuera del recinto y remolcarlo a 30 millas de distancia, en alta mar.
Después de apagar el incendio que mantuvo en llamas al barco durante casi 3 días seguidos, no parecería demasiado extraño que el barco estuviera muy dañado. Aún así, en ese momento se decidió remolcar el barco de nuevo, esta vez hacia tierra. Y finalmente, a las 22:45 h de ayer martes, cuando se encontraba a 15 millas de tierra, el barco se fue a pique con sus 1500 Tm de fuel en su interior. Ya se ha comentado la posibilidad de enviar un barco para que se encargue de perforar el casco y bombear el fuel hasta la superficie, cuando no olvidemos que el barco hace 3 días estaba en un puerto.
Hoy por la mañana ya se habían detectado las primeras manchas de combustible en la zona del accidente y con el aroma del fuel amenazando la campaña electoral, los políticos y demás cargos de designación digital ya han empezado a hablar y a decir unas frases muy parecidas a las que escuche el aciago 19 de noviembre de 2002. Como en la película Atrapado en el Tiempo, todo me empieza a recordar al Día de la Marmota, y ya me veo mirando a la televisión esperando a que Punxsutawney Phil nos repita una y otra vez que la primavera se va a retrasar un mes mas.
Las primeras frases de hoy las ha pronunciado la delegada del Gobierno de Canarias que ha dicho hoy por la mañana que "el riesgo de vertido del barco Oleg Naydenov es muy pequeño". Sin duda, en breve escucharemos unas cuantas frases de este estilo. Por si acaso, y para que no os pille por sorpresa os recuerdo algunas de las frases pronunciadas hace 13 años por algunos de esos representantes políticos. Curiosamente, la mayoría de ellos se encuentran actualmente ocupando un puesto más relevante que el que ocupaban en aquellos momentos, seguramente como premio a los servicios prestados
Hundimiento del Prestige, noviembre de 2002
“A una profundidad de 3.500 m. y a dos grados de temperatura, el fuel estaría en un estado sólido, por lo que, en principio, el combustible no se verterá" (24 de noviembre. Mariano Rajoy, Vicepresidente Primero y ministro de la Presidencia, hoy Presidente del Gobierno)
"Probablemente el fuel no toque la costa gallega " (14 de noviembre. Arsenio Fernández de Mesa. Delegado del Gobierno en Galicia, hoy Director General de la Guardia Civil)
"Afortunadamente, la rápida intervención de las autoridades españolas alejando el barco de las costas, hace que no temamos una catástrofe ecológica, como ha sucedido en otras ocasiones, ni prevemos grandes problemas en las aguas españolas ni para los recursos pesqueros" (16 de noviembre. Miguel Arias Cañete Ministro de Agricultura, hoy Comisario Europeo de Cambio Climático y Energía)
"Todo el fuel que tenía que llegar a la costa ya ha llegado" (17 de noviembre. Enrique López Veiga, Consejero de Pesca de la Xunta de Galicia, hoy Senador)
"Pensamos en bombardear el Prestige para hundirlo o hacer arder el fuel". (20 de noviembre. Federico Trillo, ministro de Defensa, hoy Embajador del Reino de España ante el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte)
"El gobierno ha actuado con diligencia. Nosotros hemos seguido esto desde el primer momento, no hay que olvidar que el Director General de Costas está aquí desde el sábado". (21 de Noviembre. Jaume Matas. Ministro de Medio Ambiente hoy en el trullo por mangante).
"No he ido a Galicia porque ya han estado varios ministros" (22 de noviembre, Jose María Aznar, presidente del gobierno, actualmente estratega mundial)
"Estoy donde tengo que estar. Dios y Santiago nos van a ayudar" (22 de Noviembre. Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, hoy con Dios y con Santiago.)