Pero bueno, pasamos página a la pascua y nos centramos en lo próximo, que yo creía que eran las comuniones de mayo, a las que dedicaré una entrada mañana o pasado. Y digo que "creía" porque ha resultado que tenemos en Villar un acontecimiento muy divertido el próximo 5 de mayo: el día de la Olla Churra. Para quien no lo sepa, contaré que la Comisión de Fiestas desde hace dos o tres años organiza el primer sábado de mayo una fiesta popular que consiste en que, por pandillas y tras apuntarse en el ayuntamiento, se cocina el plato típico del pueblo (de unas 5.000 calorías por cucharada), en la calle. La comisión te provee de un espacio para que montes tu chiringuito, te pone una mesa con tantas sillas como personas tengan que comer y te regalan unas cazuelitas de barro y unas cucharas de madera, te ponen en la mesa unas jarras de vino y lo pasamos todo el mundo tan ricamente. Además, hay algún buen cocinero que se encarga de hacer olla para poner a la venta, por si no te has apuntado y te apetece mucho, y esa es la forma que tiene la comisión de sacar algo de dinero. Me han chivado que este año ha cambiado un poco la cosa, creo que en la inscripción se pagará un euro por persona apuntada y no habrá olla para vender.
Cuento todo esto porque La abuela Angelita ha diseñado unos brochecicos monísimos que están a la venta, por el módico precio de 2 euros, en el estanco de Villar. Aquí están: