Tras muchas idas y venidas del tema en los medios y entre las acampadas, finalmente se decidió seguir con ellas en las plazas de las ciudades, ya que no incumplían ninguna ley al no tratarse de una intención de voto para nadie.
La organización cada vez se encuentra mejor planteada y si hay una cosa que no falta, son apoyos de los que pasan por Fuente Dorada y víveres. Siempre hay algún despistado con el tema, como contaba una persona de comisión de logística, al relatar que al mediodía un señor se había acercado a preguntar que si hablaban de Sortu en el Manifiesto de Democracia Real Ya. No es de extrañar tal desinformación entre algunos sectores menos proclives al contraste de datos, cuando ha habido medios de “comunicación” (si se me permite el entrecomillado) que han acusado a este movimiento de cosas tan dispares como ser de etarras o comunistas, además de las acusaciones hacia la izquierda o la derecha.
Eso sí, hoy estaba prohibido hablar de partidos políticos, cualquiera que fuere su orientación, y es que el día de reflexión, por lo que es ilegal cualquier acto que pueda manipular un voto libre de un ciudadano. Quedaba demostrado, aún más, el carácter apolítico de todo el asunto. Y es que en el micrófono abierto que volvió a tener lugar a media tarde, seguía preocupando la situación general del país, lejos de quién ostente el poder. Hubo palabras también para aquellos países que están aún mucho peor que España.
La web cam instalada en uno de los extremos de la plaza ha permitido a aquellos que no pudiesen acercarse por allí una visión de lo que ocurría, y a los que habían estado dentro, poder observar a vista de pájaro el abarrotamiento del lugar. Fuentes de organización hablan de unas 2500 personas esta tarde de sábado.
A pesar de la amenaza de lluvia en un cielo que se oscurecía a medida que finalizaba el día, la afluencia seguía aumentando alrededor de las 21 horas. Se colocaron más lonas a fin, sobre todo, de proteger el puesto que se había colocado la comida, en el que se podían ver tuppers con paella y bocadillos, entre otras cosas. Si finalmente cayesen precipitaciones fuertes a lo largo de la noche, saldrían muy mal parados los víveres con los que cuenta esta acampada.
La duda ahora está en la permanencia de todos estos asentamientos a partir del domingo, de cómo actuarán las administraciones de cada ciudad y a nivel nacional. ¿Seguirán permitiendo que sus ciudadanos acampen a sus anchas por las calles pidiendo una política transparente y una mejora del nivel de vida actual?