En las elecciones el pueblo tiene la ilusión de ejercer el poder, pero no es así, claro, no hay voluntad general, ésa es una idea metafísica. Y aunque resulte antipático admitirlo, “El pueblo sólo es soberano el día de las elecciones. “Basta con que el pueblo sepa que tenga alguna que otra elección, los que emiten los votos no deciden nada; los que cuentan los votos lo deciden todo. Bien analizada entonces, la libertad política es una fábula imaginada por los gobiernos para adormecer a sus gobernados.
Y así como la guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos.
El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos, más que ocultar la verdad a ojos de los necios.
Pero sabido es que en la política sucede como en la gramática: un error en el que todos incurren finalmente es reconocido como regla., y que el mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.
Y esto es así porque la política es la única actividad en la que no se considera necesaria ninguna preparación, pues todo se resume en el principio que "La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir".
Por eso se dice "Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse". La invitación formulada en el post anterior fue hecha pensando que nada va a cambiar ni mañana, ni pasado mañana, en definitiva "La política es como andar sobre patines. Se va en parte adonde se desea, y en parte adonde le llevan a uno esos malditos patines.