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2014 actualidad // Coaching personal
EL DÍA DESPUÉS DE NAVIDAD (y II)
Continuación…
Pero te aviso que esto no se acaba. En Catalunya, por ejemplo, celebramos el día de San Esteban, el día de los restos de navidad, tanto por nuestro cansancio, como por lo que sobró de comida el día anterior. Y sigue con el fin de año que pronto llegará o los reyes magos de Oriente, que poco tienen que ver con los orientales que cada día más llenan las calles de nuestras ciudades con sus bares, restaurantes y bazares.
Los niños siguen de fiesta en fiesta… y los adultos detrás, perdiendo la paciencia, pero intentando mantener la sonrisa en los labios, aunque sea solo porque es navidad. Es un maratón de buenas intenciones, de tolerancia, de buenos propósitos para incumplir y de mantener la compostura. Pero ya sabes que no hay nada eterno en nuestra vida y llegará el día en que todo eso se acabará y volverás a la rutina, a las rebajas de enero, al trabajo o a estudiar, en el nuevo año que pronto, con suerte, llegará…
Y todo en unos días habrá pasado, un año más. ¿He dicho “todo”, por casualidad? Con suerte y si te lo propones así, se quedará -como siempre suele pasar en la vida- solo lo esencial de la Navidad, es decir el amor y la paz que necesitas cada día para vivir la mejor vida que mereces y debes compartir para siempre, con los demás, para el resto del año o para tu vida! Claro que este parece ser un raro privilegio de los que vamos con el corazón bien abierto, sabemos amar y vivir cada día la Navidad. Es una manera de ver, sentir y de vivir la vida, de compartir cada instante con los demás, desechando lo solo aparente, lo artificial y lo efímero de nuestra vida, centrándonos solo en lo auténtico, verdaderamente eterno y esencial.