El día que celebré

Por Peineta

Desde que soy madre cumplir años es algo que pesa y que pasa rápido, pero cuando solo tienes uno esa velocidad va relativamente llevadera, pero ahora que tengo dos es muy rápido. Eso de tener un hijo mayor hace que días como hoy me pregunte ¿dónde están esos 6 años? que a mí me ha dado tiempo ni a contar. Es más, si me pongo a analizar profundamente los 30 fueron los últimos que festejé de una manera decente, tan decente que llegué a casa como los toreros a hombros 😉

Hoy ha sido un día duro, de esos que son sólo las ocho y te cortarías la cabeza de lo que te duele, soñarías con un baño de espuma donde casi seguro te quedarías dormida y no eres ni capaz de levantar el tenedor para llevarte de cena las sobras de tus hijos, porque no estás ni para freír un huevo.

Hoy hace unas semanas que empezaste en primaria y justo anoche te dio por ver el video de tus años de guardería, miraba esas imágenes mientras yo lloraba de emoción, de añoranza y de incertidumbre. Vas rápido por la vida y yo tengo la sensación que estoy tan ocupada en ver como sopláis vuestras velas que no soy consciente que las mías también se apagan y que los años pasan para todos. Hace días que te observo caminando, cenando o hablando porque estoy en esa fase de intentar llegar a los dos como sea y claro es pasar de marte a venus, de estar con un bebe a estar con un niño mayor. Así que tú te haces mayor, tu hermana crece por meses y yo no puedo ni contar las arrugas que tengo porque no tengo tiempo. Tengo la sensación que paré mí reloj aquel 28 de septiembre que cumplí 30 años y que ahora estoy en una burbuja que va por otro planeta. Soy de esas que decidió dejar de contar y que cuando hoy una amiga me ha preguntado cuantos cumplo he soltado 37 con cara de susto y me he dado cuenta que mi fecha en el calendario no está ni redondeada ,porque alguna parte de mi hace tiempo que dejo de celebrarlo. Ah sí queridas, el día que tienes hijos el día de tu cumple quieren soplar tu velas, quieren abrir tus regalos y si te descuidas te regalan un coche de carreras porque dicen "que te gusta mucho".

Quiero que alguien me diga dónde está el botón de pause, quiero congelar imágenes, mirar todo con tranquilidad y dejar grabados momentos únicos. Hoy miraba el video de la guarde y le miraba a él, sigue teniendo la misma sonrisa pícara pero ya no es mi bebe, mi hijo, mi único descendiente, ahora es mi hijo mayor y cuanto más mayor se haga más mayor me hace a mí. Mientras juego a ser mamá de un bebé otra vez me doy cuenta que no soy la misma jovenzuela que cuando tuve el primero y que aunque sople las velas sin mucho énfasis, los años también han pasado para mí y casi con doble valor. Qué cada viernes miro en el despacho a los que vienen con cara de resaca y pienso esos son jóvenes, tu ya no sabes lo que es salir morena, lo tuyo son resacas de virus o de una copa de vino que te tomas de higos a peras y que te dan disgusto para tres días.

Decirme que hay alguna franja de edad en la que de repente te paras y vuelves a bajar a tu planeta, el de las velas bien sopladas y los cumples bien reventados??? Mientras seguiré disfrutando de estos dos locos bajitos, emocionándome con los avances de uno y las gracias de la otra. Y pensaré que jamás aquel 28 de septiembre mientras volvía a mi casa medio mareada y con los zapatos en la mano, abrí un portal donde seis años más tarde volvería a entrar con un carrito de bebe y un niño en patinete. Como he crecido!!! (Por dentro y por fuera 😉 )

Gracias a todas mis amigas que durante años han hecho que me lo pase como los indios en mi cumpleaños, gracias a las que aun seguís confiando en que tengo ese espíritu fiestero. Pero sobre todo gracias a todos los que os vais a currar mi fiesta sorpresa de los 40, porque esos los celebro así tenga que empeñar un riñón en pagar canguro. Por cierto con la edad los gustos se acentúan demasiado y no pongo un wishlit de esos, porque en lugar de lista de deseos para los regalos lo que tengo es una lista inalcanzable, algunos por caros y otros por imposibles.