Estudiantes de La Plata recibía a Rosario Central en su estadio de 57 y 1. El poste del arco del Industrial devolvió un remate tremendo del Loco Gagliardo y la pelota salió disparada hacia la izquierda, donde estaba Infante.
Así, como venía, el Beto le pegó de primera cruzando su pie derecho por detrás del izquierdo y la clavó en el ángulo más lejano del arco.
«¿Cómo hizo? ¿Qué hizo? Eso tiene que llamarse de algún modo. ¿Será taquito, hachita? ¿Será un nudo o serán cuentos? ¡Llámelo gol Infantil, nomás!», se leía en las caricaturas que el dibujante Casajús publicaba en El Día después de cada partido.
El martes siguiente, casi sin quererlo, El Gráfico dio la respuesta a esas preguntas al caricaturizar al Beto vestido con un guardapolvo de estudiante y titular la nota: «El Infante que se hizo la rabona».
Desde ese día, gracias al inmortal Beto, la fantástica jugada quedó bautizada para siempre. Con su sello y el de Estudiantes de La Plata.
Por Dickie R. para futbolcurioso.blogspot.com