El día que las Cataratas del Niagara se detuvieron

Publicado el 28 febrero 2017 por Carlosgu82

El intento de cambiar el curso de la historia, siempre ha sido un motivo primordial de la civilización humana, a través de varios siglos. Se ha observado a través de la historia, que varias veces la gente ha intentado emprender una hazaña que los pone en cara directa con la naturaleza. Puede ser la intención de dominar el aire mediante la invención de aviones, la construcción de mega-estructuras como las pirámides, o incluso detener el flujo de uno de los mayores recursos hídricos del mundo, “Las Cataratas del Niágara”.

Debido a varios años de rocas cayendo, entre el año 1931 y 1954, las Cataratas se enfrentaban a la erosión, que si no se prevenía habría resultado en la extinción permanente de las Cataratas. Con la protesta pública y las protestas para salvarlas, el cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos (USACE) recibió la responsabilidad inmensa de deshidratar las cataratas para realizar las reparaciones correspondientes. Tomando este desafío histórico, se construyó un coferdam, que tomó 3 días, después de trabajar en dos turnos de 11 horas, lo que resultó en cortar el flujo de la caídas de 60.000 galones por segundo a una cuarta parte de su capacidad, 15.000 galones por segundo.

Este enorme esfuerzo, compuesto por 1.264 cargas de camiones, transportando 27.800 toneladas de arena y tierra, se llevó a cabo para llenar el coferdam. Otro descubrimiento secundario, que surgió del Proyecto de Deshidratación, fue el de un cuerpo muerto de una mujer, lo que nunca habría sido posible si las cataratas Americanas hubieran estado en pleno flujo. La mujer llevaba una banda de oro, con la trágica inscripción ‘forget me not’ (No me olviden) en el interior.

Rochester Shale, un tipo de roca que empezó a desmoronarse debido al proyecto de desagüe, era una preocupación importante para los geólogos que querían realizar pruebas. Tubos que totalizan 800 pies de longitud y aproximadamente seis pulgadas de diámetro se depositaron para humedecer la pizarra.

El motivo detrás de la tentativa de lograr una hazaña tan grande fue realizar pruebas para evitar una mayor erosión y probar la integridad estructural de las Cataratas. Después de haber planeado todas las pruebas y haber implementado sus esfuerzos escalonados, USACE estimó que el trabajo se completará en 1972. Se llevó a cabo una batería de pruebas consistentes en análisis químicos de las rocas, inspecciones microscópicas y varias otras pruebas acumulando grandes cantidades de Ingeniería, geológicos y otros datos.

Después de un esfuerzo de más de 5 años, la Comisión Conjunta Internacional en 1975 llegó a la conclusión de que 385,000 toneladas de Talus se habían acumulado en la base de las Cataratas Americanas y habían provocado una reducción de cascada de 100 pies a 45 pies, mientras que la profundidad del Talus Osciló entre 25 pies y 50 pies.

Según el consenso tomado del público, no habría ningún cambio notable. Pero, se aceptó que siempre habría algún riesgo involucrado en la visualización de las caídas debido a la continua erosión alrededor de las Cataratas.

La lección importante que el esfuerzo enseñó a los ingenieros, y que es también una lección para toda la humanidad, es que todo tiene una vida y nada escapa a la mortalidad. Que sean seres humanos de carne y hueso, o incluso un estupendo espectáculo para la humanidad, como las Cataratas del Niágara. Como bien se dice, ese cambio es inevitable, y también lo es la mera existencia de todo. Es una pregunta importante que se responde, que nada es demasiado grande para caer, como las cataratas, ni nada es demasiado pequeño para elevarse, como el Talus que a lo largo de los años tuvo en jaque a las Cataratas. La deshidratación de las Cataratas del Niágara en 1969 es una lección abyecta en el poder del esfuerzo humano en comparación con el poder de la poderosa naturaleza.