Digo esto porque mi niño tiene varias aplicaciones educativas en nuestros celulares y tabletas. Incluso, está suscrito a ABCMouse, un portal buenísimo que le enseña sobre diferentes materias de forma interactiva.
Anoche nos recostamos en la cama y Coco me pidió el celular de papá para jugar un rato. Comenzó a sacarme fotos. Luego vi que abrió una de sus aplicaciones favoritas y, mientras él jugaba, me quedé dormida. A los pocos minutos mi esposo entró al cuarto y al revisar su celular, me preguntó por qué había compartido en su Facebook una foto que ya él había subido. "Ahora está doble", me dijo relajado.
Yo me quedé en una pieza. ¿De qué habla él si yo estaba dormida? Wait! Adrián tenía el celular de papá. ¡Noooooo! ¿Puede ser eso posible? ¿Adrián hizo eso? ¿Cómo? Si para compartir una foto en Facebook tienes que hacer varios pasos. ¡¿Qué está pasando?!
Corrí a tomar mi celular y le pedí a mi esposo -con cara de loca en crisis- que revisara todas las redes sociales, emails y mensajes de texto para descartar que Adrián hubiese compartido alguna otra foto. Especialmente las que me había sacado recientemente mientras estaba en pijama y dormida.
Después de varios minutos de angustia, respiramos aliviados que nuestro niño solo compartió una foto inofensiva de su nuevo corte de cabello. Varios segundos después de revisar, nos dimos cuenta que no fue una sino dos fotos las que compartió en la cuenta personal de Facebook de su papá.
Comparto esto para que les sirva de experiencia y redoblen la seguridad en sus celulares. Los niños pueden jugar de forma limitada con ellos pero hay que estar pendientes mamitas. Por suerte todas nuestras fotos son inofensivas. ;)
¿Qué tal? ¿Tus niños han hecho una travesura así?