"El día que observé al Lobo Ibérico..." - Villardeciervos - Sierra de la Culebra / Agosto 2009

Por Nosgustaelcampito

Huyendo del calor estival de Sevilla, pasamos la primera quincena de Agosto en tierras zamoranas, donde además de disfrutar del descanso y la tranquilidad del pueblo de Villardeciervos (http://www.pueblos-espana.org/castilla+y+leon/zamora/villardeciervos/) también practicamos senderismo y fuimos al amanecer a intentar observar al "gran cánido": el Lobo ibérico (Canis lupus signatus).

Recorrimos los alrededores de Villardeciervos, subiendo por el camino del Caño grande y otros días llegando hasta la Playa Los Molinos. También pateamos el triángulo formado por los pueblos de Villanueva de Valrojo, Ferreras de Arriba y el citado Villardeciervos.

Otra excursión de un día la hicimos a los Arribes del Duero, donde disfrutamos de unos paisajes increíbles y de dos especies nuevas para mí: Paloma zurita (Columba oenas) y Roquero rojo (Monticola saxatilis), éste antes de llegar.
Y, por fín, el plato fuerte. Una de las tardes compartiendo botellín fresquito en el bar "El Salao" coincidimos con un guarda forestal que nos comentó que el día anterior habían visto al Lobo muy cerquita de allí varias personas y durante más de media hora. Al parecer, se habian visto hasta 3 ejemplares distintos alimentándose de un burro muerto en un camino al pie de un pinar de repoblación. Ésta es zona de cría y por lo tanto no era nada raro que hubieran aprovechado esta carroña para alimentarse. Al día siguiente a las 6:30 ya estábamos en los coches. La mañana era fresca (unos 10ºC). Al llegar al punto que nos habían indicado nos encontramos a varias personas, entre ellas a los que habían observado al cánido el día anterior.
La mañana fue avanzando con los comentarios "loberos" en voz baja y "con los dientes por el suelo" de la envidia sana que nos producían a los recién llegados...
De repente, uno de los presentes susurró de manera más fuerte de lo normal: "AHÍ ESTÁ EL LOBO". Yo avisé a mis acompañantes que estaban algo apartados. Acto seguido me cedieron un telescopio y pude ver un increíble ejemplar de Lobo ibérico llegando al cadáver. En cuanto llegó se puso a devorarlo, con unos mordiscos que ponían la piel de gallina. Al desgarrar los trozos, movía al burro con una violencia que nos hacía imaginar la fuerza de este animal. Pudimos observarlo a placer durante 5 minutos y luego se perdió en el pinar situado a su espalda. Ya no apareció en toda la mañana, cosa que aprovecharon unos cuantos Cuervos (Corvus corax) para comer algunas migajas.
Los días posteriores tuvimos más observaciones, igual de breves e intensas. Pocos días después, los buitres (un máximo de 62 leonados y 4 negros) que se iban sedimentando por la zona se sintieron fuertes y se hicieron con el control de la carroña, devorándola en unas horas....