Ficha técnica
TÍTULO: El día que se perdió el amorAUTORA: Javier CastilloPUBLICACIÓN: 10/01/18PÁGINAS: 456EDITORIAL: SumaGÉNERO: ThrillerMi opinión
Nueva York, 14 de diciembre de 2014. Una chica desnuda, cubierta de magulladuras y con varias notas amarillentas como única posesión, camina tranquilamente entre los coches de una concurrida calle de la ciudad, hasta que es detenida y llevada a las instalaciones del FBI. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, será el responsable de descubrir que esconde la joven. Un primer interrogatorio sin ningún resultado, y las notas con un nombre y una fecha cada una, son las únicas pistas a seguir. Una horas más tarde aparece en Chicago decapitada una mujer que fue protagonista de unos de los secuestros más mediáticos de los últimos tiempos, y cuyo nombre estaba en las notas de la joven detenida. Tras un segundo interrogatorio en el que deja claro que ya avisó de ese asesinato, le habla al inspector de Katelyn Goldman. Un caso que lleva años sin resolver, al cual Bowring sigue dándole vueltas.La narración se basa en un juego de voces y tiempos. Cómo guía del hilo narrativo presente, un narrador omnisciente en tercera persona cuenta la investigación del inspector. Por otro lado se alternan dos voces también del presente que retoman el hilo de El día que se perdió la cordura, Jacob en primera persona con el que volveremos a su relación con Amanda, y Steven, el padre de Amanda, a través de un narrador en tercera persona. Y finalmente, un narradora en primera persona, nueve años antes de la historia presente. Una niña llamada Carla que perdió a sus padres en un accidente de tráfico y vive desde entonces en un convento.
A un ritmo vertiginoso y con grandes dosis de suspense las tramas avanzan y se entrehilan poco a poco hasta encajar para formar un desenlace. Todo esto a través de cincuenta-y-siete capítulos muy cortos que contribuyen a aumentar la agilidad, junto a la alternancia de voces. Precisamente el rasgo distintivo de esta novela, el uso de múltiples voces y tiempos, es lo que no me ha dejado conectar con la historia. La estructura me descolocaba y en muchos momentos me costaba volver a coger el hilo del narrador, al empezar un nuevo capítulo. En cuanto a la resolución y al desenlace me ha parecido algo precipitado y demasiado simple tras las expectativas creadas con la trama, tanto en el anterior libro como en este.
En cuanto a los personajes no se profundiza mucho más respecto a la entrega anterior, fueron descritos y desarrollados entonces, por lo que se mantienen igual y hay poca evolución. La acción tampoco deja tiempo para más. De lo que si está llena la novela es de alusiones y guiños a la vida personal de Javier Castillo. Al gran éxito de El día que se perdió la cordura, a su mujer y a la familia Coquete, su canal de youtube y sus seguidores.
En definitiva, El día que se perdió el amor, es un thriller absorbente y con un ritmo vertiginoso, gracias al uso de múltiples voces y tiempos, con el que el autor ofrece el esperado desenlace a los muchos fans de esta novela que se ha convertido en un fenómeno editorial y de masas. Pese a las pegas nombradas, si buscas en una novela entretenimiento y diversión, te gustará.