El Decapitador, como lo han apodado, se niega a hablar con la policía. Tachado, simplemente, de loco, es derivado al doctor Jenkins, un prestigioso psiquiatra que tendrá la difícil tarea de hacerlo confesar.
Para ayudarlo con la evaluación psicológica, estará Stella Hyden, del FBI, experta en perfiles. Juntos tratarán de averiguar qué pasó. Será un camino nada fácil en el que comprobarán que nada es lo que parece y que los llevará a unos extraños sucesos ocurridos diecisiete años atrás en el idílico pueblo de Salt Lake.
El debut literario del malagueño Javier Castillo, El día que se perdió la cordura, ya estaba en boca de todos antes de su salto al papel. La novela fue autopublicada en Amazon, donde cosechó un gran éxito, permaneciendo en la lista de los más vendidos durante varios meses. Y lo cierto es que no es de extrañar, porque pese a algunos fallos, la historia que Castillo cuenta en su primera obra engancha al lector.
El autor recurre en la novela a diferentes voces narrativas. Por un lado, tenemos dos en primera persona y, por otro, un narrador omnisciente. Además, sitúa la historia en diferentes tiempos. Está el presente, donde se va conociendo el transcurso de la investigación; un pasado reciente, por así decirlo, que cuenta los últimos días del Decapitador, hasta que es detenido; y también está ese pasado que sitúa en el ficticio Salt Lake casi veinte años atrás y que ayuda a comprender el presente.
Es la estructura lo que dificulta, desde mi punto de vista, el poder seguir la historia, la hace enrevesada, cuando estamos ante una trama de lo más sencilla.
La novela es confusa al principio. Sin embargo, por otra parte, lo que contrarresta este hecho, los capítulos tan breves, hay un total de 89 en apenas 450 páginas, imprimen ritmo a la obra.
En cuanto a los personajes, destaca uno masculino, que no es el Decapitador, y que resulta de vital importancia para la resolución del caso. En este sentido, he de añadir que esperaba mucho más del personaje femenino principal, Stella Hyden, al que le falta fuerza. En algunos momentos, resulta muy poco creíble que sea especialista en perfiles psicológicos del mismísimo FBI. Este es uno de los más flojitos de los caracteres, le falta desarrollo.
En lo que respecta a la trama, quedan muchos interrogantes por resolver, aunque esto se le puede perdonar a Castillo, pues El día que se perdió la cordura tendrá una segunda parte en la que el autor promete desarrollar todo aquello que aquí ha quedado algo en el aire... Habrá que esperar, pues, para ver cómo continua la historia, cómo se resuelve todo, pero para ser la primera novela del autor malagueño, no está nada mal.
DATOS DEL LIBROTítulo: El día que se perdió la cordura, de Javier CastilloEditorial: Suma de LetrasAño: 2017ISBN: 9788491291084Número de páginas: 456