El diagnóstico constituye la primera etapa dentro de un proceso de planificación. Es la actividad a través de la cual se interpreta la realidad que interesa transformar. Cuando hablamos de diagnóstico participativo nos referimos a que éste se desarrolle a través de una participación grupal y no individual. Este tipo de diagnóstico nos permite conocer mejor la propia realidad, los problemas y las causas. El diagnóstico participativo constituye una valiosa experiencia socioeducativa en sí misma. Mi propuesta en este tipo de diagnóstico parte del trabajo de intervención desde un CEAS (Centro de Acción Social), que son los Servicios Sociales de Base, con dependencia de la Diputación de León, ubicado en la localidad de Cacabelos (León), en concreto dentro del proyecto “Calo lachó” que desarrolla acciones con el colectivo gitano. Como técnico integrante del Equipo CEAS, que viene desarrollando el proyecto “Caló lachó”, en el que se enmarca un conjunto de acciones de una manera integral, dirigidas a todo el colectivo gitano y al conocimiento y sensibilización de la comunidad en general con respecto a dicho colectivo, se me plantea la necesidad de conocer el grado de motivación de la mujer gitana joven en cuanto a su desarrollo personal y profesional, ya que ellas se mueven normalmente en el espacio privado, doméstico, en el que tienen asignado un rol muy específico: el cuidado de sus hijos e hijas, el de las personas mayores, las tareas domésticas, etc. Es por lo que se decide conocer esta realidad a través del desarrollo de un diagnóstico participativo entre un grupo de mujeres jóvenes gitanas. El proceso del diagnóstico participativo sigue los mismos pasos que cualquier proceso de diagnóstico individual: Planificación (delimitación del problema, hipótesis y objetivos, diseño de la exploración diagnóstica), exploración diagnóstica (anamnesis/historial, desarrollo de la entrevistas), análisis, valoración de la información recogida y juicio diagnóstico, registro diagnóstico, evaluación de la información y pautas de intervención. En realidad un diagnóstico participativo permite conocer mejor la realidad, las necesidades y causas, en este caso de un colectivo determinado, las mujeres jóvenes gitanas. Como todo proceso socioeducativo participativo, este diagnóstico parte necesariamente de los conocimientos y experiencia de las participantes. Se trata con este tipo de diagnóstico dar relevancia a la opinión de las propias personas que viven una realidad determinada. También es muy motivador, posibilita al grupo la búsqueda de soluciones viables y a la vez compartidas, en este caso entre el colectivo y las instituciones públicas. Samuel N.P.
El diagnóstico constituye la primera etapa dentro de un proceso de planificación. Es la actividad a través de la cual se interpreta la realidad que interesa transformar. Cuando hablamos de diagnóstico participativo nos referimos a que éste se desarrolle a través de una participación grupal y no individual. Este tipo de diagnóstico nos permite conocer mejor la propia realidad, los problemas y las causas. El diagnóstico participativo constituye una valiosa experiencia socioeducativa en sí misma. Mi propuesta en este tipo de diagnóstico parte del trabajo de intervención desde un CEAS (Centro de Acción Social), que son los Servicios Sociales de Base, con dependencia de la Diputación de León, ubicado en la localidad de Cacabelos (León), en concreto dentro del proyecto “Calo lachó” que desarrolla acciones con el colectivo gitano. Como técnico integrante del Equipo CEAS, que viene desarrollando el proyecto “Caló lachó”, en el que se enmarca un conjunto de acciones de una manera integral, dirigidas a todo el colectivo gitano y al conocimiento y sensibilización de la comunidad en general con respecto a dicho colectivo, se me plantea la necesidad de conocer el grado de motivación de la mujer gitana joven en cuanto a su desarrollo personal y profesional, ya que ellas se mueven normalmente en el espacio privado, doméstico, en el que tienen asignado un rol muy específico: el cuidado de sus hijos e hijas, el de las personas mayores, las tareas domésticas, etc. Es por lo que se decide conocer esta realidad a través del desarrollo de un diagnóstico participativo entre un grupo de mujeres jóvenes gitanas. El proceso del diagnóstico participativo sigue los mismos pasos que cualquier proceso de diagnóstico individual: Planificación (delimitación del problema, hipótesis y objetivos, diseño de la exploración diagnóstica), exploración diagnóstica (anamnesis/historial, desarrollo de la entrevistas), análisis, valoración de la información recogida y juicio diagnóstico, registro diagnóstico, evaluación de la información y pautas de intervención. En realidad un diagnóstico participativo permite conocer mejor la realidad, las necesidades y causas, en este caso de un colectivo determinado, las mujeres jóvenes gitanas. Como todo proceso socioeducativo participativo, este diagnóstico parte necesariamente de los conocimientos y experiencia de las participantes. Se trata con este tipo de diagnóstico dar relevancia a la opinión de las propias personas que viven una realidad determinada. También es muy motivador, posibilita al grupo la búsqueda de soluciones viables y a la vez compartidas, en este caso entre el colectivo y las instituciones públicas. Samuel N.P.