El Diamante en tu Bolsillo

Por Ipiera68 @Iciar_Piera


Título: El Diamante en tu Bolsillo
Autor: Gangaji
Editorial: Gaia
Año de publicación: 2006
Número de páginas: 221
Al igual que un buen vino este libro no es para zampárselo de una sentada, es más bien para ir degustándolo sorbo a sorbo. 
Como amante de los libros que soy me he dado cuenta que hay diferentes tipos de lecturas; hay lecturas para pasar el rato, lecturas trampa que utilizamos para no prestar atención a lo que está pasando en nuestras vidas, para distraernos no desde el punto de vista de diversión sino de negación; lecturas que saboreas pero que una vez lo terminas lo olvidas y vas a por el siguiente; aquellas que te acompañan en tu camino porque supusieron un antes y un después en tu vida al ofrecerte un nuevo punto de vista, una perspectiva diferente;  los que queremos que se terminen pronto porque en el fondo ya los abandonamos hace mucho tiempo pero nos da pena reconocerlo y rendirnos a la evidencia, y los que nos gustaría que nunca se terminasen como ese sueño bonito que pretendes alargar una vez ya te has despertado.
Este libro no es un libro fácil, me explico, no es de los de usar y tirar. Su lenguaje hace que el leerlo de un tirón sea difícil ya que cada palabra, cada frase tienen una profundidad que te invita a releerlo más de una vez. Y cada vez que lo haces descubres algo diferente. 
Igual que no recomendaría a todo el mundo que viajase a la India, a pesar de que es un país que me encanta, ya que no es un destino que todo el mundo comprenda y disfrute, este libro no lo voy a recomendar. Si te llama la atención, cómpralo y no te defraudará. Sino no es así, déjalo ya que la oferta de lecturas es muy amplia.
Y si quieres saber algo más del libro o degustar un poquito de él antes de decidirte a comprarlo, aquí tienes dos textos extraídos del mismo: Quien eres en realidadLa Búsqueda de la Felicidad.
"Mi profesor acostumbraba a contar la historia de un consumado ladrón de diamantes que sólo quería robar las joyas más exquisitas. Este ladrón solía deambular por la zona de compraventa de diamantes con el fin de "limpiarle" el bolsillo a algún comprador incauto.
Un día vio que un comerciante de diamantes muy conocido había comprado la joya con la que él llevaba toda su vida soñando. Era el más hermoso, el más prístino, el más puro de los diamantes. Pleno de alegría, siguió al comprador del diamante hasta que éste tomó el tren, y se hizo con un asiento en el mismo compartimento. Pasó tres días enteros intentando meter la mano en el bolsillo del mercader. Cuando llegó el final del trayecto sin haber sido capaz de dar con la gema, se sintió muy frustrado. Aunque era un ladrón consumado, y aún habiéndose empleado a fondo, no había conseguido dar con aquella pieza tan rara y preciosa.
El comerciante bajó del tren, y el ladrón le siguió. De repente, sintió que no podía soportar por más tiempo aquella tensión, por lo que caminó hasta el mercader y le dijo:
- Señor, soy un famoso ladrón de diamantes. He visto que ha comprado un hermoso diamante y le he seguido en el tren. Aunque he hecho uso de todas la artes y habilidades de las que soy capaz, perfeccionadas a lo largo de muchos años, no he podido encontrar la gema. Necesito conocer su secreto. Por favor dígame cómo lo ha escondido.
El comerciante replicó:
- Bueno, vi que me estabas observando en la zona de compraventa de diamantes y sospeché que eras un ladrón. De modo que escondí el diamante en el único lugar donde pensé que no se te ocurriría buscarlo: ¡en tu propio bolsillo!
A continuación metió la mano en el bolsillo del ladrón y extrajo el diamante.
El tesoro que yo te invito a recibir, hacia el que apuntaré continuamente a lo largo de este libro, está en tu bolsillo ahora mismo, en el bolsillo de tu corazón. El corazón del que hablo está aún más cerca de ti que tu corazón físico. Está más cerca de ti que tu corazón emocional. Es el corazón que está en el núcleo de tu ser. Cualquier paso que des para encontrarlo implica que no está ya aquí, donde tú estás. Simplemente contempla la radiante riqueza de tu verdadera naturaleza y acepta esa riqueza; entonces podrás compartirla de manera natural."