Hacer una reseña al uso es imposible, es absurdo, y estuve pensando en no hacerle siquiera una entrada, pero luego cambié de idea y, más que para dar mi opinión, quise traeros unos pasajes que capturé con la cámara del móvil (de ahí la calidad, pero se leen bien si ampliáis). Aún así, mantendré la estructura que suelo usar para comentarlo con leves variaciones.
Información básica
Ana, de 13 años cuando empezó el encierro forzoso, convivió en el escondite con su familia formada por su padre, Otto; su madre, Edith; y su hermana mayor, Margot. Éstos compartieron espacio junto a otra familia de tres miembros, los Van Daan y su hijo Peter. Más adelante se incorpora el Sr. Dussel, un dentista.Comentario personalHe leído que la sombra de sospecha sobre la autenticidad de este diario ha permanecido en el tiempo y que, incluso hoy todavía, hay quien duda que sea verídico. Más allá de parecerme el clásico bulo de conspiranoicos, sí que puedo decir que es tan bueno que sería fácil pensar algo así. Sin embargo, transmite tanta verdad que es imposible pensar en una persona adulta capaz de hacerse pasar por una muchacha de forma tan creíble.En el diario se puede ver la rápida evolución de una niña despierta a una joven madura. En ese tránsito, claro está, pasa por una adolescencia rebelde en la que la tensión con la familia es una constante. Es con su padre con quien se lleva mejor, mientras que la relación con su madre se vuelve más fría con el paso del tiempo y con su hermana no consigue crear un lazo de gran confianza. Con el resto de personas escondidas en la casa se lleva aún peor salvo momentos puntuales. Pero no sólo es exigente con los demás, pues la joven es consciente de sus defectos y sabe hacer autocrítica.Ana cuenta cómo viven encerrados, qué rutinas siguen para evitar levantar sospechas, qué comidas hacen en los tiempos de escasez, así como las tensiones entre todos los residentes de ese espacio pequeño, con días en que reina la calma y hay cierto optimismo y otros en que las noticias y el estado de animo no son lo mejor. No soy capaz de imaginarme vivir encerrada, sin poder poner un pie fuera, con miedo permanente y sin más consuelo que mi diario.El libro navega entre lo cotidiano, las noticias del desarrollo de la guerra, la maduración de la joven y sus reflexiones. Precisamente, de esto último es de lo que he hecho las capturas que os pongo a continuación. Dejo aquí la entrada recomendando su lectura si, como yo, aún no le habéis dado su oportunidad. El diario en sí no es demasiado duro, son los hechos que no llegan a ser recogidos en éste lo realmente terrible. Por más difícil que se ponían las cosas, Ana no perdió nunca la esperanza en el futuro, ni en el suyo ni en el de toda la humanidad. No sé yo si pensaría igual si viviese hoy en día y comprobase que sigue habiendo guerras con miles de familias viviendo un horror no muy distinto del que ella experimentó.