El Diario De Marie Curie

Publicado el 20 septiembre 2018 por Carlosgu82

Maria Salomea Sklodowska-Curie es, sin lugar a duda, la científica más famosa en la historia. La única mujer en haber sido galardonada con 2 premios nobels, descubridora del elemento químico “Polonio” y realizó los primeros estudios sobre la radioactividad. Marie no tuvo una vida sencilla, dedicada junto con su esposo, al estudio de la radioactividad que terminaría por matarla, enviudó a los 39 años y con dos hijas, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Profesor en la Universidad de París en 1906.

Actualmente se conservan sus notas biográficas que narran sus sacrificios para lograr todos los avances científicos con los que se le reconoce. Marie se enfrentó a la sociedad machista de hace un siglo, en la que aún era cuestionado si era adecuado para una mujer el educar a un grupo de hombres en la universidad, o si podía ser considerada del mismo nivel que sus colegas hombres (lo cual fue cuestionado a pesar de ser la única persona con 2 premios nobels). Aunado a ello, al ser ella misma quien realizara los primeros estudios sobre radioactividad, había un gran desconocimiento sobre los daños a la salud a los que se enfrentaba en su investigación. Sus notas de laboratorio se conservan en la Biblioteca Nacional de Francia y los investigadores que desean verlas necesitan utilizar equipo especial, ya que es considerado material radiactivo peligroso.

Su cuerpo estaba tan expuesto a la radiación que al enterrarla, se tuvo que utilizar un ataúd forrado con aproximadamente una pulgada de plomo.

La mejor manera de visualizar como fue la vida de la hoy considerada “madre de la física moderna” es leer directamente sus notas autobiográficas y aquí les dejo un pedazo que escribió refiriéndose al momento en que murió su esposo y posteriormente cuando recibió la plaza de profesor en la universidad:

“En 1906, cuando estábamos dejando el viejo laboratorio donde habíamos sido tan felices, sobrevino la catástrofe que se llevó a mi esposo y me dejó sola para cuidar a las niñas y continuar con la investigación.

Es imposible para mi expresar la profundidad e importancia que esta crisis trajo a mi vida con la pérdida de la persona que había sido mi compañero más cercano y mejor amigo. Aplastada de golpe, no me sentía con fuerzas para afrontar el futuro. No puedo olvidar, sin embargo, que mi marido solía decirme, que aún sin él, mi deber es continuar con mi trabajo.

La muerte de mi esposo, viniendo inmediatamente después del conocimiento general de los descubrimientos con los que su nombre es asociado, fue sentida por el público y considerada una fatalidad nacional, especialmente en los círculos científicos. Fue en gran parte por la influencia de esta emoción que la Facultad de Ciencias de París la posición de Profesor, que mi esposo había ocupado únicamente por año y medio en la Sorbona. Fue una decisión excepcional, una posición que ninguna mujer había ocupado hasta ahora… El honor que he recibido me ha llegado con una profunda pena por las crueles circunstancias en las que llega.”

-Pág. 192 de las Notas Autobiográficas de Madam Curie.