Slice of life es un término que se refiere a cuando el autor utiliza un realismo mundano para contarnos una historia basada, muchas veces, en sus propias experiencias. En el cómic -que no solo es Superman o Tintín- estos "recuentos de la vida" tienen representantes tan importantes como Harvey Pekar, Peter Bagge, Joe Matt o Carlos Gimenéz. A esta tendencia pertenece sin duda la película El diario de una adolescente, basada en la novela gráfica homónima de Phoebe Gloeckner, editada en España por La Cúpula. Los que hayáis leído estos tebeos me entenderéis: a veces tienes la sensación de estar invadiendo la intimidad del autor. Y eso pasa en esta película con sabor a cómic underground -hay referencias a Robert Crumb, pero fundamentalmente a su pareja, Aline Kominsky, con un papel fundamental en la historia-. Las ilustraciones que hace la protagonista, Minnie -nombre en la ficción de la propia Gloeckner- saltan del papel al plano, salpicando la narración y contaminándola con la psique desbordada de la joven, interpretada por Bel Powley, joven actriz de una exhuberante belleza "fea".
El diario de una adolescente (marielle heller, 2015)
Publicado el 12 enero 2016 por Jorge Bertran Garcia @JorgeABertranSlice of life es un término que se refiere a cuando el autor utiliza un realismo mundano para contarnos una historia basada, muchas veces, en sus propias experiencias. En el cómic -que no solo es Superman o Tintín- estos "recuentos de la vida" tienen representantes tan importantes como Harvey Pekar, Peter Bagge, Joe Matt o Carlos Gimenéz. A esta tendencia pertenece sin duda la película El diario de una adolescente, basada en la novela gráfica homónima de Phoebe Gloeckner, editada en España por La Cúpula. Los que hayáis leído estos tebeos me entenderéis: a veces tienes la sensación de estar invadiendo la intimidad del autor. Y eso pasa en esta película con sabor a cómic underground -hay referencias a Robert Crumb, pero fundamentalmente a su pareja, Aline Kominsky, con un papel fundamental en la historia-. Las ilustraciones que hace la protagonista, Minnie -nombre en la ficción de la propia Gloeckner- saltan del papel al plano, salpicando la narración y contaminándola con la psique desbordada de la joven, interpretada por Bel Powley, joven actriz de una exhuberante belleza "fea".