-Jugando a ser Best Seller no siempre se gana.-
Lo que nos cuenta. Laszlo es un joven húngaro de origen noble y de 23 años que se ha desplazado al París de la segunda mitad del siglo XIX para trabajar como ayudante clínico en el hospital de la Salpêtrière, donde espera seguir profundizando en sus investigaciones sobre el laberinto de la mente humana. Pero también para estar más cerca de su prima Nicole que siempre ha generado en él profundos sentimientos a pesar de la aparente indiferencia de ella. Otra joven, Stacia, sujeto de un experimento en el hospital y profesional del amor, generará otro tipo de sentimientos en Laszlo, cuya personalidad compleja y por momentos inquietante iremos conociendo poco a poco mediante su diario mientras somos testigos de su lenta pero inexorable caída hacia lo obsesivo, lo malsano y lo criminal.
Mi opinión. Novela de tendencias románticas (no góticas) pero actualizadas en cierto modo, narrada mediante el diario del protagonista evitando valoraciones por parte del autor y dejándolas todas en manos del lector, que huye de efectismos exagerados pero tiene sus dosis de hemoglobina, de ritmo pausado, con mucho acento sobre lo que piensa el protagonista (un protagonista, por cierto, que genera sensaciones muy enfrentadas), bastante ilustrativa sobre la tendencia del ser humano a terminar justificando de una u otra forma todo lo que hace, de formas que intentan ser cuidadosas pero no siempre lo son, con tendencia a la dispersión y al sobrepeso narrativo desde el mismísimo comienzo y que, sin pena ni gloria, ofrece una aproximación al asesino psicópata distinta (en escenario y formas) a la habitual.
Destacado. ¿Qué impresión hubiese causado la novela si el apellido del protagonista no hubiera sido Drácula?
Potenciales Evocados. En ciertos aspectos, “El elixir negro” cambiando tiempo, espacio y tics estilísticos, además de no ser narrativa fantástica, en ambientaciones cercanas “El último encuentro”.