Change no se queda atrás pero ataca a otro nicho de mercado: el de la solidaridad. Con la excusa de campañas solidarias y recogidas de firmas de apoyo, Change obtiene datos de los usuarios que vende a posteriori. Como usuarios no nos queda más remedio que estar en constante alerta ante la incesante capacidad de este tipo de empresas para camuflarse y reinventarse para apresar datos personales de sus usuarios. El peligro no está sólo en seres siniestros ocultos tras su pantalla dispuestos a robar los datos de de nuestra tarjeta bancaria, escondidos tras las lasas legislaciones de algunos lejanos países, el peligro también está en sociedades registradas en Delaware. A fin de cuentas todo es minería de datos, y aquella empresa que mejor sepa extraerlos y venderlos, más éxito en el globalizado mercado digital. [más]
alfonsovazquez.comciberantropólogo