Después de conocer que el Gobierno de Marruecos ha ratificado recientemente el acuerdo bilateral con España en materia de inmigración 20 años después, el diputado del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez, restó ayer importancia al tiempo que ha pasado, si bien es destacable, al considerar que es más relevante la voluntad política de las partes para cumplir con ese acuerdo. Para Gutiérrez, el Gobierno de Rabat está dando “pasos importantes” en materia de inmigración, gracias una mayor receptividad del país vecino motivada por la mejora de las relaciones entre ambos países.
En este sentido, el parlamentario melillense considera que la diplomacia con Marruecos es de “difícil manejo”, pero señaló que por parte del Ejecutivo español se ha mantenido una línea “discreta y eficaz”, que está dando resultados o, al menos, dijo Gutiérrez, se ve “la voluntad de avanzar en la solución de asuntos de interés común”, como es el tema de la presión migratoria.
Gutiérrez argumentó que este debate viene de muchos años atrás y achaca la reciente predisposición y voluntad del Gobierno de Marruecos a que éste está tomando conciencia de la necesidad que tiene el reino alauita de ser “coherente” con el entorno que le rodea así como de la necesidad de mantener unas buenas relaciones institucionales y políticas con España y con la Unión Europea (UE) como “aliado privilegiado que es”.
Además, el diputado melillense considera que el Gobierno de Rabat, manteniendo una lealtad institucional con las autoridades políticas españolas y europeas hace que su “credibilidad” aumente ya sea dentro de su país como internacionalmente y que se ve favorecido por los cambios políticos y sociales que se están viviendo dentro de Marruecos.
Pero Gutiérrez reconoce que la diplomacia y las relaciones entre España y Marruecos tienen una naturaleza asimétrica. Aunque lo deseable sería que ambos gobiernos trabajaran más intensamente en aquellos intereses comunes, como el control de los flujos migratorios, no siempre este aspecto ha tenido la misma receptividad por parte del Gobierno de Rabat. El diputado popular cree que con la ratificación del convenio bilateral ambos países pueden abordar esta problemática fronteriza “sin alaracas y sin posturas que puedan causar malestar a las partes”.
Gutiérrez insistió en que Marruecos no solamente debe mantener buenas relaciones institucionales con la UE sino también con España y viceversa, pues dada su condición de “aliado privilegiado” está obligado a cumplir con unos mínimos de colaboración en temas de interés común con las instituciones europeas, por los fondos que recibe, y conlos países que conforman la UE, en concreto con su vecino más directo, España.
20 años después
El artículo 14 del convenio entre España y Marruecos establece que ambas partes deben establecer puntos fijos de readmisión de inmigrantes. Este tratado fue firmado en 1992, pero no ha sido hasta el pasado mes de octubre, veinte años después, cuando el Gobierno de Marruecos lo ha ratificado, incluyéndose así en su ordenamiento jurídico. De ello dio cuenta, el responsable del Centro de Coordinación y Vigilancia Marítima de Costas y Fronteras de la Dirección General de la Guardia Civil, el comandante Eduardo Lobo Espinosa, en unas jornadas sobre inmigración celebradas esta semana en la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla organizadas por Aprogc.
Los miembros de la Benemérita tienen muchas esperanzas puestas en este paso dado por el país vecino para entrar en el camino de la solución a la alta presión migratoria que sufre Melilla ante las constantes entradas y conatos de entrada ilegal de inmigrantes en territorio español, ya sea en patera por vía marítima como a través de la valla o los pasos fronterizos.
Hasta ahora la aplicación de este convenio bilateral tenía un carácter provisional, que implicaba que en muchas ocasiones Marruecos no aceptara a los inmigrantes si no se demostrara que habían accedido a territorio español desde suelo marroquí, al no haber ratificado el citado convenio. Esta situación, dijo confiar en que cambie a partir de ahora.