El año pasado Juan Carlos I, rey de España y afamado cazador de elefantes, apeló al sentimiento de unión y de españolidad para salir de la crisis económica que nos afectaba confiando en la política como herramienta para conducir nuestros destinos (ver discurso del rey en 2012)
Visto el año de escándalos de corrupción en el que nos hemos visto envueltos... creo que el llamamiento del Rey hace casi 365 días no era si no un intento de calmar a las masas para que no saliéramos a las calles con antorchas y bates de beisbol a destrozarlo todo.
Los protagonistas de este puñetero espectáculo que bochornosamente hemos tenido que soportar un año más son (entre muchísimos otros)
Con cuentas de varias decenas de millones en Suiza y otros paraísos fiscales y su firma en cientos de "recibís". Una contabilidad B por parte de un partido político que -casualmente- en el momento de explotar todo, está liderando al país en la crisis más acuciante de los últimos años.
Pero lo más divertido/lamentable es comprobar como puedes destruir un ordenador con las pruebas y no pasa nada. Y mientras está en la carcel se dedica a amenzar y coaccionar a diestro y siniestro a la cúpula del PP con Mariano Rajoy incluído.
Pero esto es España. Aquí nunca pasa nada (no al menos si eres político y has trincado de verdad)
¿Por qué? Sencillo. Porque en este puñetero país nunca pasa nada.
Está relacionado con el caso anterior, ya que era la propia Junta de Andalucía (ohhhh... qué casualidad) la que concedía dichas comisiones y ayudas a UGT para esos cursos de formación. Tened por seguro que sería porque los del sindicato les engañaron. Pongo mi mano en el fuego a que los pobres estúpidos de la Junta de Andalucía no sabían nada y jamás cobraron un euro de todo este dinero que pasaba a su alrededor de forma silenciosa.
La pobre Infanta no sabía nada de las actividades de su marido, ni del dinero que permitió que hicieran una reforma por valor de 700.000 € en su domicilio, en el palacio de Pedralbes, en Barcelona. Pobrecilla. No sabía nada, así que lo justo es no imputarla. ¿No os parece? Ahora lo que faltaba para poner la guinda a este puto circo es que su Majestad D. Juan Carlos aparezca en el discurso de Navidad para decirnos aquello de que todos somos iguales ante la ley, que tenemos que creer en la política como instrumento necesario para salir de la crisis, que tenemos que hacer esfuerzos todos para sacar a España de esta situación en la que nos encontramos.
Jódete y baila Juancar!! Yo no soy tonto. Como tampoco lo son el resto de españoles que ven como (misteriosamente) dimite día tras día la cúpula del Ministerio de Hacienda tras sus "pequeños errores" con el caso Noos. A quién se le ocurre tratar de infundir la más mínima sospecha sobre la Casa Real.
Este caso quizás no sea comparable a los anteriores, pero cuando veo a un empresario hundir o robar en una compañía y comprobar como al poco tiempo acaba desempeñando puestos de responsabilidad en otras empresas... mi instinto de detective me lleva a la conclusión de que quizás haya otros interesados en que esas cosas pasen (y he vivido casos de gente robando y volviendo a robar por segunda vez, que terminan en un puesto superior a los dos anteriores) ¿Casualidad? No lo creo.
Es increíble que todavía algunos padres puedan pensar que sus hijos puedan ser super-deportistas que consigan retirarles. Perdonad que os diga, pero pareceis tontos. Hasta los futbolistas (si obviamos a las super estrellas) están sufriendo las consecuencias de la crisis.
Pero los políticos no. Esos están siempre a salvo. Y no hablo por hablar. Echadle un vistazo a este gráfico que he encontrado en El blog Salmón (que ellos a su vez recogen de Perpe) dónde podemos ver el importe recibido por los partidos políticos desde hace 21 años. Podréis fácilmente ver que aquí no hay picos y valles. No hay altos y bajos. Hay altos y más altos. Incrementos interanuales que se incrementan al ritmo de +5%
¿De verdad seguís queriendo tener un hijo como Cristiano Ronaldo para que os saque de pobres?