El discurso racista y la extrema derecha amenazan a la Unión Europea

Publicado el 17 septiembre 2010 por Reven

Cartel contra la política del gobierno francés

La polémica ha vuelto. La decisión de Sarkozy de expulsar a los gitanos de nacionalidad rumana de Francia ha vuelto a animar los discursos de extrema derecha que vuelven a salir a la calle legitimados por la acción de un jefe de gobierno. Mucho ha llovido ya desde que Berlusconi iniciase una nueva etapa en la política europea con su xenofobia sin complejos. Lo que empezó siendo un discurso aislado en la Unión Europea al ámbito italiano y algunas opciones extremistas marginales se está convirtiendo en una corriente de opinión a nivel europeo que empieza a influir incluso en los partidos de izquierda más moderados.

Una de las causas por las que el discurso racista está empezando a considerarse una opción respetable como cualquier otra es la vacuidad y la ligereza con la que distintos representantes políticos se enfrentan a el. Sin ir más lejos Zapatero ha declarado: “Respeto la decisión de un Gobierno apoyado por una clara mayoría” mientras que ha atacado a la única persona que se ha opuesto claramente a las injustas políticas del gobierno francés. Todo un despropósito valorar más los modales que las acciones. Puede parecer patética la declaración de Zapatero de considerar buena cualquier decisión de un gobierno por ser medio-democrático, sin embargo a mí más que patética me parece muy peligrosa ya que da legitimidad a las políticas xenófobas.

Ni Francia, ni las duras políticas de inmigración de Italia (copiadas en parte por España) son los únicos ejemplos del avance de la ideas racistas y xenófobas en Europa. Hungría por ejemplo ha visto surgir un grupo paramilitar llamado Camisas negras que busca luchar contra “la dominación de Occidente, los homosexuales, judíos y gitanos”. Su brazo político Jobbik (que también ha intentando sacar partido de la polémica francesa) opta a una representación política que empieza a ser peligrosa. En Alemania, Thilo Sarrazin, quien fuese hasta hace poco directivo del Bundesbank fue obligado a dimitir de este cargo por unas declaraciones que incluyó en su libro según las cuales “todos los judíos comparten un gen particular, así como los vascos tienen un gen determinado que los distingue de otros” o que “las peculiaridades culturales y genéticas de un pueblo no son una leyenda, sino que determinan la verdadera realidad de Europa que corre un peligro de islamización en las próximas décadas” entre otras. El caso alemán es el más grave ya que Sarrazin es miembro del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).