El disfraz y la representación infantil

Por Demieles

El disfraz y la representación infantil es un aspecto importantísimo en la vida de un niño. Ya sea en el colegio, en alguna actividad extraescolar o en nuestra propia casa, no cabe duda de que ofrece una ocasión extraordinaria para que los peques desarrollen un montón de habilidades.

Sobre todo a partir de los dos años, los niños empiezan a comprender esa facultad que todos poseemos para expresar a través de nuestro cuerpo. Comienzan a representar situaciones reales o ficticias ayudando así a comprender el entorno en el que viven.

El disfraz y la representación infantil

Desde bien pequeños, aprenden mediante el juego. A medida que el niño crece, va evolucionando también su forma de relacionarse con sus iguales y con otras personas.

Poco a poco va tomando cada vez más relevancia el juego simbólico, donde imita y representa papeles que reconoce a su alrededor. A partir de entonces descubre nuevas herramientas para expresarse, va aceptando las normas en sus relaciones. Al mismo tiempo va dando paso a un juego más complejo en el que sus habilidades crecen con él, ayudándole en su desarrollo social.

Alrededor de los 4 años ya entienden que una persona puede representar varios papeles y que cada uno requiere una actitud diferente. Igualmente va comprendiendo diferentes acciones que serán un paso importante para el respeto de las normas de la sociedad adulta.

Quiero ser como...

Con el juego también descubre el disfraz y la representación infantil, que le lleva a adoptar papeles nuevos. De una manera natural el niño ensaya diferentes roles, imita a otros, crea nuevos personajes, representa situaciones de su día a día, imagina, se expresa...

A todos los peques les encanta soñar que son de repente un superhéroe, un astronauta, un animal, una princesa ¡y miles de cosas más! Su creatividad no tiene límites y disfrutan imitando a los mayores, creando situaciones inverosímiles, personajes a los cuales dotan de vida propia.

En este momento es estupendo aprovechar esta imaginación para fomentar todos estos valores. A muchos peques les encanta vestirse, pintarse la cara, utilizar disfraces de niños y colocarse diversos accesorios para representar a su personaje.

Todo esto permite al pequeño inventar situaciones reales o ficticias ayudando así a comprender el entorno en el que vive. Disfrazado extiende sus brazos y hace como si pudiera volar, vestido de médico o enfermera imagina que cura a sus pacientes, ataviado como un pirata se emociona pensando en que surca los mares...

Disfrazarse es más que un juego

Está claro que su parte lúdica es la más importante. Ante todo, el peque disfruta a lo grande vestido de su personaje favorito o recreando escenas llenas de imaginación.

Pero aparte de proporcionar muchísima diversión y risas aseguradas, el disfraz y la representación infantil le aporta un sinfín de beneficios y poder desarrollar un montón de aspectos indispensables en su crecimiento y desarrollo.

A continuación voy a hablarte de alguno de ellos, los que yo considero más relevantes.

CREATIVIDAD

Imaginando que se ponen en otro papel distinto de ellos mismos, dan rienda suelta a sus emociones. Es una manera de distanciarse de sus limitaciones, de sus circunstancias...

Metidos en el disfraz y la representación infantil, pueden llegar a ser los más valientes, realizar hazañas que parecen imposibles, ser alguien que de otro modo no podrían ser. Esto les lleva a expresarse libremente, a sentirse más seguros y a ganar confianza en sus posibilidades.

UNA FORMA DE TERAPIA

Aunque parezca increíble, el adquirir un papel a través de ese disfraz le lleva a desarrollar aún más su expresión corporal. Facilita que elniño tome conciencia de su cuerpo, de los sentimientos y sensaciones a través de este.

Es una forma estupenda de eliminar las barreras emocionales que pueda tener sin apenas darse cuenta. Llevando ese traje en particular puede atreverse a hacer cosas que siendo él mismo quizá no haría. Perder la timidez, relacionarse de otro modo, crear nuevo vocabulario...

LIBERAR TENSIONES

Como antes he indicado, el disfraz y la representación infantil forma parte también del juego simbólico. En él adopta diferentes realidades que le llevan a entender el entorno que le rodea. Imitando a un animal, a otro adulto o a un objeto puede llegar a expresar sus valores, sus miedos y sus inquietudes.

Es un momento relevante para observarle y ver cómo asimila sus impresiones del mundo a través de su visión particular. ¡Interactuando con el peque también nosotros podemos aprender y descubrir muchas cosas!

¿Qué disfraz elijo?

Los motivos para que nuestro hijo se decida por un disfraz u otro también nos pueden arrojar mucha información sobre el momento en que se encuentra.

Los niños suelen mostrar sus deseos, sus gustos y preferencias a través del juego. Por ejemplo, tu peque ha elegido un disfraz de un personaje poderoso, con determinadas cualidades. Un mismo disfraz puede significar cosas distintas si lo elige un niño tímido, uno nervioso u otro terco.

Depende de sus circunstancias, quizá ha elegido ese disfraz porque anhela ser más valiente y decidido. Quizá le gustaría superar sus debilidades y sentirse más fuerte y capaz de todo.

En otro niño, sin embargo, puede significar que simplemente admira esas cualidades y se identifica con ellas. ¡Es posible que tu peque también se sienta un líder como ese personaje!

Pero es siempre interesante observar y analizar los motivos por los cuales eligió el disfraz y la representación infantil. Pueden decirnos mucho sobre los anhelos de nuestro hijo y ayudarnos a comprenderle mejor.

Muchas veces seleccionarán su modo de vestirse por determinadas vivencias que suelen tener. ¡Y esto siempre es muy esclarecedor! Ver si se decanta siempre por la misma temática, si prefiere lo que está más de moda, si se deja influir por lo que les gusta a sus amigos o compañeros...

O incluso si hay determinados disfraces que rechaza categóricamente, también es una forma de entender y averiguar sus motivos. Seguro que te acabas sorprendiendo de las explicaciones y razones para su elección.

¡A divertirse!

Puede darse el caso que no le apetezca disfrazarse en un momento dado. Mi peque en ocasiones se ha negado a hacerlo y no pasa nada. Pienso que ellos son los primeros que deben pasar un buen rato y disfrutar con ello. El que les impongamos a la fuerza algo seguramente no llevará a ningún camino.

¿Has pensado que quizá sea porque le hubiera gustado más otro disfraz? O tal vez hubiera elegido otro momento para disfrazarse. Quizá no quiere ir a esa fiesta infantil, pero sí quiera ponérselo en otra circunstancia. Seguro que antes o después querrá hacerlo...¡Al mío así le ha pasado!

Y ahora está deseando que llegue cualquier ocasión para vestirse de lo que a él más le apetece. Es el primero que decide y tiene muy claro su disfraz. Para poder soñar e imaginar que es tal y como a él le gustaría verse dentro de ese personaje.

¿A tu peque le gusta disfrazarse? ¿Qué tipo de personajes suele elegir?