EL DIVINO ROBAPAN
¿Se puede robar una leyenda?
He comprobado que sí. Hace muchos años cuando fui a Oropesa, pueblo panadero de Cusco, conocí al divino Robapan. Un Niño Dios, el mismo que aparece en la fotografía, al cual manos aviesas se llevaron de la iglesia.Cuando pregunté por las imágenes que había en su interior me dijeron que había una de maravilla conocido como el "Divino Robapan", y me contaron su historia.
Una panadera de siglos pasados, entre muchos artesanos que se dedicaban a preparar las deliciosas y fragantes chutas, grandes panes, de tipo familiar, descubrió que las suyas desaparecían de la canasta donde las ponía. Ella trabajaba en uno de los tantos turnos. En Oropesa los hornos estaban prendidos desde medianoche hasta la madrugada. A ella le tocaba muy temprano y se iba después a descansar un par de horas. Volvía y se llevaba su gran canasta para venderlas.