Antes de escribir sobre el contenido del documental, una de las propuestas más atrevidas de los últimos años, me parece obligado contar algo sobre los productores: el matrimonio formado por Vicenç Vila y Gemma Bas. Ambos son de Tarrasa y tienen 6 hijos. Ella, arquitecta. Él, ingeniero técnico superior en Telecomunicaciones.
Hace dos años dejaron sus respectivos trabajos para fundar la empresa Global3DSolutions (www.global3dsolutions). Como respuesta a la convocatoria del “Año de la Fe” promulgado por Benedicto XVI, decidieron elaborar un documental sobre el “Credo”. Así justifica Vicenç la finalidad del proyecto: «Esta película quiere ser una manera moderna y atractiva de profesar públicamente el Credo. (…) Queremos fomentar el encuentro personal con Jesucristo a través de la belleza de la fe, el testimonio de vida y la Palabra de Dios.» El pre-estreno en Gerona, como puede verse en la foto, levantó una gran expectación.
Al aspecto visual se añade la música de Jordi Sanjuan, que resulta un apoyo emocional de gran altura para conducir con buen pulso los 60 minutos que dura el documental. Sanjuán, pianista y compositor catalán, ha elaborado una banda original adaptada a los temas que se van tratando: la Creación, el misterio del mal, la Pasión de Cristo, las Bienaventuranzas, la acción de Espíritu Santo…
A pesar de tratarse de un documental innovador y de los esfuerzos de Gemma y de Vicenç, no parece fácil que pueda permanecer mucho tiempo en las carteleras españolas. Sin embargo, los pases en distintos eventos y su posterior comercialización en DVD lo convertirán en una valiosa herramienta catequética, porque la fe no es sólo para predicarla sino para practicarla, y los sinceros testimonios que recoge “Yo creo” pueden resultar más eficaces que un (buen) sermón. Así lo espera Gemma cuando expresa que «está pensado para todo el que busca la verdad ¡y la felicidad! Sobre todo quiere sembrar interrogantes en el espectador, que le impulsen a buscar respuestas a las cuestiones esenciales de la vida, invitándole a hacer la experiencia del misterio de Dios.»