No sé por qué así suelo sentirme en las sesshines y también en el dojo:
Siguiendo a los mayores. Ellos tan imponentes, vestidos con un manto de sabiduría inmensa. Yo pequeña...
... divertida y patosa.
Echando una mano torpe a mis iguales.
Aprendiendo a vivir y descubriendo el mundo.
Cortesía de Jurozu