Existen cientos de tipos de cáncer causados por mutaciones de diferentes genes. Algunos individuos las heredan pero otros las adquieren en el transcurso de su vida. Fumar, exponerse excesivamente al sol o manipular sustancias químicas peligrosas pueden ser la causa de esas mutaciones.
Los oncogenes, es decir los genes causantes del cáncer, producen divisiones celulares descontroladas que dan origen a los tumores. Los genes supresores de tumores, como el p53, garantizan la división celular normal y la reparación de las mutaciones antes que la célula se divida.
Las células producen pequeñas cantidades de proteína p53 que patrullan el genoma y denuncian las fallas que ocurren en el ADN. Si esta proteína encuentra una mutación, inmediatamente envía señales a la célula para que produzca más cantidad y de esta manera poder detener la división celular hasta que el daño sea reparado. También le indica a otros genes que produzcan proteínas reparadoras y si la mutación es muy grave y no puede corregirse induce al suicidio celular para que la falla no se transmita a la descendencia.
Este mecanismo funciona mientras que no ocurran mutaciones en el propio gen p53. Se ha demostrado que una sustancia presente en el cigarrillo, el benzopireno, provoca un cambio de G por T y C por A en el gen. De esta manera, la proteína producida no es la misma y pueden formarse tumores. El 50% de las personas que padecen cáncer de pulmón presentan esta mutación. Otros cambios en el p53, de C por T, producidos por la luz ultravioleta pueden desencadenar ciertos tipos de cáncer de piel.
Diariamente muchas células de nuestro organismo, las de las capas externas de la piel o del revestimiento intestinal, deben morir para ser reemplazadas por otras nuevas. En este proceso normal de crecimiento, el gen p53 actúa programando la muerte de esas células para que resulte inofensiva para sus vecinas.
El gen p53 se transforma en Mr. Hyde para matar células mutadas o envejecidas y en Dr. Jekyll cuando debe salvarlas del cáncer. Es el asesino y, a la vez, el policía más famoso del genoma.
–
Bibliografía Consultada:
Hollstein, M., D. Sidransky, B. Vogelstein and C.C. Harris (1991) p53 Mutations in Human Cancers. Science 253 (5015): 49-53.
Ozaki, T. and A. Nakawara (2011) Role of p53 in Cell Death and Human Cancers. Cancers 3: 994-1013.
Ingeniera agrónoma, mejoradora de plantas y apasionada por la ciencia. Trabajando siempre por acercar la ciencia a los más jóvenes.—
@fabibiotec