Como su nombre indica, el Dragón Comeletras lo que hace es comer letras. Cuando va creciendo, como necesita más alimento, también come palabras y sílabas. Cuando en 3 años mis alumnos conocen algunas letras (vocales y alguna consonante de sus nombres) las escribimos en la pizarra pequeñita que tenemos en la asamblea. Como mucho escribimos (entre los niños y yo según su competencia en la tarea) a la vez 5 ó 6 y en mayúsculas. Y cuando ya las tenemos...¡por la esquina de la pizarra aparece el dragón con la boca abierta y sus colmillos o incluso echando fuego!. Los niños se tapan los ojos, el dragón avanza con pisadas fuertes (que hacemos nosotros) y cuando se asegura de que nadie le ve...¡ñam, ñam! se come una letra (y nosotros la borramos de la pizarra). Cuando los niños oyen el sonido del dragón masticando ya pueden abrir los ojos. El juego consiste en adivinar qué letra se ha comido el dragón. Luego la volvemos a escribir y volvemos a taparnos los ojos porque el dragón va a volver.
Es sencillísimo pero no os podéis imaginar lo que les gusta cerrar los ojos, oír las pisadas de dragón y luego adivinar la letra. Yo suelo cambiar de actividad cuando hemos jugado 5 ó 6 veces para que se queden con ganas de más pero ellos podrían seguir y seguir porque les encanta.
Cuando en 3 años ya reconocen alguna palabra de forma global o pueden saber qué pone por la letra que empieza o las que contiene, el dragón de vez en cuando come palabras en mayúsculas. Escribo 3 palabras que hayamos trabajado (como por ejemplo casa, mamá y oso) y jugamos del mismo modo. Cuando jugamos con palabras, mientras las escribimos es importante hablar de sus características: las letras que tienen, si aparece la "O" o no (suele ser un rasgo distintivo importante en 3 años), etc. Y luego hacer un pequeño análisis de cómo podemos saber la que se ha comido.
Para mi es fundamental en la enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura enseñar "trucos" para saber qué puede poner aún sin saber leer. Creo que es muy motivador, les enseñana a pensar sobre las palabras y el lenguaje, conduce a una lectura más comprensiva y además contribuye a que menos alumnos se queden atrás en el proceso. Cuando bastantes niños son capaces de leer, a los que aún no saben les motiva mucho poder decir qué pone gracias a alguna estrategia de reconocimiento que han aprendido porque sienten que saben más de lo que pensaban.
Cuando empezamos a conocer el abecedario en minúsculas añadimos al juego este tipo de letras (en ocasiones jugamos sólo con vocales en mayúsculas para que todos los alumnos participen aunque vayan algo más retrasados) y posteriormente palabras en minúsculas cuando van aprendiendo a leerlas.
En 5 años, una vez que hemos avanzado un poco con el trabajo más sistemático de la lectoescritura a través de los libros que usamos en mi cole, empleamos en el juego también las sílabas en minúsculas. Y por supuesto siempre repasamos lo anterior (letras en mayúsculas, palabras en mayúsculas y palabras sencillas en minúsculas).
Además de trabajar aspectos relacionados con la identificación de letras y palabras y la lectura es un juego maravilloso para mejorar la atención y la concentración de los alumnos. Para los que no lo conociais, espero que os haya gustado y os funcione tan bien como a mí.