El drenaje linfático es un masaje mediante el que se evita la retención de líquidos y ayuda a que se asimilen mejor, y es especialmente beneficioso en el embarazo aunque lo es en cualquier momento.
Se recomienda mucho el drenaje linfático a mujeres embarazadas para bajar la hinchazón que se produce en el embarazo y evitar la aparición de edemas en rostro, pies y piernas, y es que los cambios hormonales en el embarazo suelen llevar a la retención de líquidos que da lugar a estos problemas y que se puede evitar con el drenaje linfático además de la realización de ejercicio y una buena alimentación balanceada y completa.
Además, el drenaje linfático tiene otros beneficios como la mejora de la circulación y el refuerzo del sistema inmunológico, cosas muy importantes para un buen desarrollo del embarazo. Pero lo que hay que tener especialmente en cuenta es que lo deben realizar masajistas profesionales en la técnica que vayan a activar los canales y vasos linfáticos en piel y tejidos subcutáneos entre otras cosas para movilizar el líquido y proteínas que se han retenido fuera de la circulación.
¿En qué consiste? El drenaje linfático es un masaje suave, repetitivo y lento, lo que hace que también tenga un efecto ante el estrés de la embarazada. Se recomienda hacer alguno por semana.
Se suele realizar por medio de masajes hechos por profesionales sobre el sistema linfático en piernas y tobillos, el glúteos, en espalda, en zona trasera de las piernas, en los pies, en el abdomen. Se puede incluso utilizar aceites especiales para cada cosa.
Es especialmente beneficioso para las mujeres embarazadas, pero no basta con hacer este drenaje linfático, sino también hay que hacer ejercicio, beber mucho y una buena alimentación, tener unos buenos hábitos.