Lo cierto es que no vale la pena salirle al paso a estos agoreros del desastre, porque por más que se les diga que la Cuba de hoy nada tiene que ver con lo que de allá se dice en Miami, ellos seguirán repitiendo las mismas falsedades de siempre que en ello les va su existencia, puesto que quien vive de la mentira llega a creer tanto en ella que aceptar la realidad significaría la muerte definitiva.
De lo que si se habla en La Habana es de Donald Trump y de sus primeras medidas de gobierno, que han provocado una ola de protestas en toda la nación apenas a unos días de la toma de posesión del nuevo equipo gubernamental.
La preocupación es general por lo de las futuras relaciones entre Estados Unidos y Cuba aunque los más sabios de mis amigos cubanos toman las cosas con calma puesto que de cambiar las cosas para mal- me refiero a las relaciones entre los dos gobiernos- los de allá piensan que si resistieron a tantos otros presidentes norteamericanos empeñados en dar al traste con la Revolución Cubana, como no se va a poder capear con éxito a ese ciclón que se llama Donald Trump.
“Believe me”- créanme a mi, como dice el propio Trump- la gran preocupación de este Duende no es por Cuba sino por Estados Unidos y el pueblo norteamericano si el nuevo inquilino de la Casa Blanca e va fuera de control y provoca un cataclismo de imprevisibles consecuencias para el mundo tal como lo conocimos hasta hoy.
De La Habana decimos: Todo tranquilo por allá. Porque la Rebambaramba está acá. Y es de lo que hay que preocuparse de verdad.
Y hasta la próxima entrega amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
http://radio-miami.org/2017/01/30/tranquilo-la-habana