Sinopsis
Que cuatro mujeres vivan juntas no tiene nada de especial, pero que hayan renunciado al amor si lo tiene. En un bonito edificio de París viven Simone, Rosalie y Giuseppina. La propietaria, conocida como La Reina, bailarina retirada, es amable y considerada con sus huéspedes, pero ha impuesto una norma estricta: en el edificio no se admiten hombres; ni maridos, ni amantes, ni amigos.
El único que tiene permitido entrar es Jean-Pierre, el gato de Simone. Lo cierto es que cada una tiene una razón de peso para haber renunciado a los hombres. En sus nuevas vidas no tienen que preocuparse de sufrir por amor; pasan el tiempo charlando y divirtiéndose juntas. Sin embargo, un día llega la joven Juliette para ocupar un apartamento vacío. Juliette disfruta mucho de la compañía de sus nuevas amigas, pero guarda un secreto… ella no ha renunciado al amor. ¿Logrará su vitalidad cambiar el curso de la vida de sus amigas?
Datos Técnicos
Editorial: Reservoir Books Número de páginas: 208 Encuadernación: Tapa blanda / Ebook ISBN: 9788439728986 Año de edición: 2014 Precio: 15,9€ / 9,9€
Sobre el autor: Karine Lambert
Impresiones
He de reconocer que los libros de nombres peculiares me atraen irremediablemente. Si a eso le sumamos que la trama se desarrolla en París... no puedo evitar coger el libro y llevármelo a casa.
El edificio de las mujeres que renunciaron a los hombres está situado en el número quince de un callejón sin salida en el distrito veinte de París. En este peculiar edificio sólo viven mujeres, ningún hombre podrá ser nunca admitido. La Reina es su propietaria, una mujer que hace bastante tiempo tomó la firme decisión de que ningún hombre formaría parte de su vida, y eso mismo lo extendió a su edificio.
Además de la propia Reina, allí viven en tres de los pisos Rosalie, Simone y Giuseppina. En otro vivía Carla hasta que decidió irse seis meses al extranjero en busca de aventuras y lo subarrendó a Juliette. Esta joven vital y alegre se adapta pronto al estilo de vida del edificio pero lo que las demás no saben es que esconde un secreto.
Llegados a este punto uno se espera un libro cargado de tópicos pues al fin y al cabo reune los ingredientes clásicos de una novela de corte romántico, sin embargo, la historia sorprende al alejarse de ellos.
Un edificio especial. Una Reina fan de Bach. Un encuentro insólito con voces sin rostro. Juliette aún no sabía qué aspecto tenían las demás inquilinas. La luz no había vuelto. El comité de acogida se había ido a jugar al Scrabble y ella había subido a acostarse a oscuras.
Con todo, experimentó una gran paz cuando entró por primera vez en el callejón sin salida. Las fachadas descoloridas y las casas de ladrillos, cubiertas de hiedra o de glicina y embellecidas por pequeños jardines o patios floridos, conferían un aire campestre al distrito XX de París.
La calma que emanaba de ese islote preservado, donde el tiempo se había detenido, le hizo aminorar el paso, mirar el cielo y escuchar los pájaros. Cuando empujó la verja de hierro forjado del número 15, el gesto le pareció familiar. Esa sensación de ya visto, de ya vivido, se repitió los días siguientes. Al fin había llegado al buen lugar. Era allí y no en otro sitio donde debía vivir.
Estructurada en 32 capítulos de corta extensión y con abundantes diálogos, resulta fácil de leer. A lo largo de sus páginas vamos conociendo la historia de cinco mujeres, su pasado, su presente, sus sueños... pero se echa en falta que se profundice más en ellas. No podríamos decir que estamos ante una novela romántica, ni tan siquiera dramática pues la autora dota de un toque de humor a la trama que la aleja del dramatismo dándole un toque de frescura.
Entonces ¿por qué tenía la certeza de que no iba a quedarse allí más que unos cuantos meses?
Personajes normales con historias que bien pudieran ser reales, un bello escenario de fondo, y un peculiar edificio con originales normas. Una novela de agradable lectura que ha volado en mis manos, y eso de vez en cuando, se agradece.
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