Si Tsipras consiguiera que la troika y el FMI se bajaran del carro; el partido de Pablo Iglesias sacaría rédito del asunto
Así las cosas, muchos votantes de Podemos visionan con recelo la película helena. La visionan, porque temen a que un hipotético gobierno de Pablo Iglesias; suponga para España, un conflicto similar al que sufren sus vecinos. Aunque las circunstancias no sean las mismas; lo cierto y verdad, es que a la Troika, el FMI y toda la parafernalia junta; les importa un bledo, la microeconomía. Lo único que les preocupa; son las cuentas agregadas: el gasto público, el déficit, la inflación, la prima de riesgo y la deuda pública, entre otras. Por ello, por mucho que la izquierda "le saque los dientes" a Bruselas; "los ratones" tienen la batalla perdida en la jaula de los leones. La tienen perdida – queridísimos lectores – porque, "el conservadurismo alemán" tiene cogida la "sartén por el mango". Lo que es bueno para los débiles – Grecia, Portugal y España – es malo para Merkel y, viceversa. Luego, mientras el neoliberalismo sea el modelo ideológico que gobierne Europa, los populismos y "los partidos contracorriente" serán "criminalizados" por los dictámenes de siempre.
Por mucho que algunos griegos quieran salirse del euro, no sabemos si es peor; el remedio o la enfermedad. No lo sabemos, porque Grecia es "un enfermo terminal", conectado a una máquina de respiración artificial. Fuera de la Eurozona, sería – como dije en el párrafo primero – la nueva Cuba de Europa. Un país con una moneda insignificante en el mercado de divisas; sin atracción inversora y con una deuda galopante, que los sepultaría en los túneles de África. No obstante a las “instituciones acreedoras” tampoco le interesa que caiga Grecia. No le interesa, porque ello supondría un desplome de los mercados bursátiles; así como un éxodo de capitales ante la desintegración económica. Por ello, aunque no haya habido – hasta el momento – un acuerdo de mínimos entre Syriza y “Europa”, lo habrá – tarde o temprano – porque ambas partes, son necesarias para la solución del problema.
Si Tsipras consiguiera que la Troika y el FMI se bajaran del carro – o dicho en términos más formales -, si consiguiera renegociar la deuda; aminorar los sacrificios y continuar en el euro. Entonces, y solo entonces, el partido de Pablo Iglesias sacaría rédito del asunto. Lo sacaría, porque lo que no consiguió Hollande, ni Zapatero; lo habría conseguido "el populismo". Algo formidable para Podemos y nefasto para los socialistas. Nefasto, y digo bien, porque el éxito de Tsipras demostraría que ZP no luchó lo suficiente ante los dictámenes de Merkel. Y demostraría que si lo hubiera hecho; quizás hoy, el sino de la historia sería diferente. Si ganara Tsipras; ello traería – sin duda alguna - efectos colaterales para Rajoy y los suyos. Los traería porque se pondría en evidencia que "quien no llora, no mama". Y Rajoy ha llorado bien poco ante los abusos de Bruselas. Si no ganara Tsipras y Europa se saliese con la suya; si continuara la política sin escrúpulos y el desmantelamiento del Estado del Bienestar; Podemos sería "carne de cañón" en las próximas generales. Lo sería, porque; el efecto griego demostraría que quien manda en Europa son los mercados; por mucho que algunos digan lo contrario. Atentos.
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