Al parecer eso de que si mientes te crece la napia no está del todo desencaminado. Según estudios científicos, al decir una mentira se te hincha un pelín el tejido de la nariz, vamos, que como a Pinocho, te crece la nariz.
Eso es un gran problema entre la mayoría de nuestros políticos ya que a este paso, las fotos
Que un político nos mienta es algo que, por desgracia, tenemos asumido. Pero, cuando llegan a la Moncloa se envalentonan. Está visto que la mentira en esos círculos debe ser como comer pipas, nunca puedes parar y cada vez necesitas más.
Tenemos ejemplos de verdaderos maestros de la trola. El Ministro de Hacienda, Sr Montoro y sus “ajustes fiscales”, el de energía que ahora pretende que paguemos la luz según el precio del KW en cada momento del día, con contadores “listos”, obligándonos a comprar a ciegas, sin garantías. Visto el hambre de las eléctricas y de nuestro gobierno mismo, el sablazo inmisericorde está sembrado.
El que merece mención aparte es Fernández Diaz, el devoto ministro teresiano de Interior, capitán de un batallón de narizotas que intentan esconder la indecencia que supone disparar pelotas a seres humanos, indefensos en el agua, diciendo que nos protegen de un peligro de invasión a lo alien.
Eso sí, el general de este ejército de Pinochos continúa oculto tras los plasmas, desaparecido. Sólo sabemos de él cuando usa su dedo mágico para elegir candidatos en Andalucía o para soltarnos cualquier otra trola, como que “estamos en el buen camino” de la recuperación y “si eso, pues tal…”