A pesar de que a su derecha, el imparable avance de las columnas alemanas hacia el sur internándose más y más en territorio heleno, les haya estado avisando con muchos días de antelación de la amenaza de quedar aislados, el Ejército Griego de Epiro que combate a los italianos en Albania se ha mostrado reacio a retirarse. El General británico Henry Wilson describió esta insensata postura como la “fetichista doctrina de que no se debe ceder un solo paso de terreno a los italianos.” No fue hasta el 13 de abril, cuando los panzer ya rodaban a lo largo del Valle del Florina tras haber forzado el Paso Klidi, que los primeros elementos griegos comenzaron a retirarse hacia las montañas Pindus.
Sin embargo, la retirada generalizada de los Aliados hacia las Termópilas dejó al descubierto una ruta a través de las montañas Pindus por la que los alemanes podrían flanquear al Ejército Griego mediante una acción de retaguardia. La formación de élite de las SS que se había distinguido en la conquista del Paso Klidi, el Regimiento Motorizado SS Adolf Hitler, recibió la misión de cortar la línea de retirada de Albania del Ejército Griego de Epiro. Para ello, tenía que rodar hacia el oeste hasta el Paso Metsovon y desde ahí hasta Ioannina. El 14 de abril tuvieron lugar violentos combates en el Paso Kastoria, donde los alemanes bloqueaban la retirada griega. Finalmente, la retirada de todo el frente griego en Albania fue general, con los italianos detrás de ellos.
El General Papagos envió a toda prisa varias unidades al Paso Metsovon donde se esperaba el ataque alemán. Hace dos días, el 18 de abril, se desató una batalla cruenta entre varias unidades griegas y el regimiento LSSAH que para entonces había alcanzado Grevena. Las unidades griegas carecían del equipamiento necesario para combatir contra una unidad motorizada y pronto fueron rodeados y desbordados. A continuación, las tropas SS avanzaron más allá y ayer capturaron Ioannina, por la que discurre la última ruta de suministro con que cuenta el Ejército Griego del Epiro.
Finalmente hoy, 20 de abril, el Comandante de las fuerzas griegas en Albania, el General Georgios Tsolakoglou, dándose cuenta de lo desesperado de la situación, ha ofrecido la rendición de todo su ejército, compuesto de catorce divisiones. El General griego está tan decidido a negarles a los italianos la satisfacción de una victoria que no se han ganado que ha abierto un parlamento “extraoficial” con el Comandante de la unidad alemana de las SS, Sepp Dietrich, y han acordado la rendición de las tropas griegas sólo a las fuerzas alemanas. Siguiendo órdenes estrictas del Führer, las negociaciones se han mantenido en secreto a los oídos y ojos italianos, y la capitulación ha sido firmada finalmente a las 19 horas.
En reconocimiento al desempeño demostrado en el combate, Sepp Dietrich ha autorizado a los oficiales griegos conservar sus pistolas y, en retribución, ha sido hospedado por el Arzobispo. Su ayudante, el SS Hauptsturmführer (Capitán) Max Wünsche, ha llevado la capitulación firmada hasta el Cuartel General del Duodécimo Ejército Alemán a bordo de un avión Fieseler Storch Fi-156.
Sieg Heil, Viktoria!