Un fuego que sigue ardiendo
Servando Rocha lleva mucho tiempo acumulando una trayectoria valiente y alejada de los cauces establecidos. Es autor de más de media docena de libros y lleva más de veinte años promoviendo y participando en todo tipo de actividades fuera del sistema. Sin embargo, la faceta que le hace ser más conocido y reconocido es la de editor. La Felguera, su empresa, lleva más de una década haciendo crecer un fresco literario sobre el crimen, la revolución y la magia. La contracultura y las anomalías del sistema son los temas preferidos de una editorial que se ha hecho fuerte a base de enriquecer su catálogo con las perlas más negras de la literatura marginal.Siendo fiel a sí mismo, nos presenta en El ejército negro una insólita visión de los Estados Unidos y de buena parte de su historia en el siglo XX, y más atrás. Para llevar a cabo este proyecto Servando Rocha viajó hasta Oakland, California, donde conoció a los Dragones de la Costa Este, la primera y probablemente más conocida banda de moteros, con permiso de sus vecinos los Ángeles del Infierno. Sin embargo, pese a lo evocador que pueda resultar este último clan de bikers, lo cierto es que no cuentan con una particularidad que hace única a los Dragones, y es que éstos son negros. Este hecho hace que Rocha pueda explayarse al narrar una historia de los Estados Unidos en la que la brecha racial adquiere toda su sangrienta y patética dimensión.
violencia y marginalidad: código genético de los USA
El asociacionismo motero corre casi de la mano de la invención de las primeras máquinas, sin embargo la leyenda negra asociada con estos clanes se va acrecentando con la progresiva inclusión de veteranos de guerra y todo tipo de marginados sociales. Estos marginados los vincula Rocha con los primeros cowboys negros, personajes fascinantes como Nat Love, Isom Dart o Bill Picket que fueron los que prendieron un fuego que todavía sigue ardiendo.
Desde los tiempos del Salvaje Oeste hasta la actualidad, seremos testigos de unas crónicas de violencia y marginalidad impresas en el mismo código genético de los Estados Unidos. Este es un libro en el que las historias generan más historias, y estas se acaban transformando en un laberinto febril en el que confluyen beatniks, hippies y Panteras Negras. En donde las películas demoníacas de Kenneth Anger encuentran su sentido junto a las perturbadoras imágenes del asesinato de la Dalia Negra y en la atronadora atmósfera del festival de Altamont. El ejército negro es un museo que muestra disecados los horrores de América.
La Felguera, 2015Compra en Casa del LibroAlberto Ávila Salazar