El ejercito romano del bajo imperio. una historia de adaptación y supervivencia en circunstancias adversas. breve reseña.

Por Historiayromaantigua
EL EJERCITO ROMANO DEL BAJO IMPERIO. UNA HISTORIA DE ADAPTACIÓN Y SUPERVIVENCIA EN CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS. BREVE RESEÑA.
Escrito por Federico Romero Díaz
Los largos siglos de la historia de Roma en Occidente supusieron, como es lógico, modelos militares diferentes según el momento que analizemos. En la obra que vamos a reseñar" El Ejército en el Bajo Imperio romano" se trata uno de los periodos menos conocidos, siendo la mejor síntesis, en castellano, sobre las huestes romanas desde los tiempos de Septimio Severo y la posterior Anarquía Militar del Siglo III d. C hasta el final del reinado de Justiniano en el Siglo VI, en Oriente. En este periodo Roma deberá hacer frente a enemigos tan variados como germanos, persas y por supuesto otros ejércitos romanos. ¡ Nada nuevo !,podríamos pensar y sin embargo nos equivocaríamos. Las condiciones en las que el Ejército romano deberá hacer frente a estas amenazas son ahora muy diferentes a las de la época de la República o del Alto Imperio.

Batalla del Río Frígido, 394

El contexto es mucho más desfavorable que los anteriores, ya que a partir del gobierno de Marco Aurelio se pasará de la conocida como Edad de Oro del Imperio de los Antoninos a la Edad de Hierro de los Severos. En lo material, el Imperio contará con muchos menos recursos económicos y demográficos debido a las diferentes epidemias, invasiones bárbaras desde el Rhin y el Danubio, a la reactivación de la amenaza persa, guerras civiles y crisis económica que provocarán un progresivo desgaste demográfico y dificultades en la recaudación de impuestos además de problemas para cubrir el cupo de nuevos soldados necesarios en estos críticos momentos. Las dificultades para captar reclutas entre una población cada vez más remisa a ingresar en las legiones romanas (se conocen casos de jóvenes que se automutilaban para evitar ser reclutados) obligó a los emperadores a buscar entre los bárbaros  y a aceptarlos dentro del limes imperial. El capítulo dedicado a la barbarización es especialmente interesante, ya que se nos cuenta que inicialmente no fue ningún problema ya que los bárbaros de la época no tenían conciencia nacional (eran frecuentes las luchas intertribales entre ellos) y se integraban sin dar problemas significativos en la disciplina y el sistema de valores de las legiones y de las diferentes unidades militares en las que eran integrados convirtiendose, al poco de ser alistados, en un soldado más.

Diferencias en el equipamiento de un legionario altoimperial y otro bajoimperial

La barbarización adquiere auténtica carta de naturaleza cuando la mayor parte del Ejército de Oriente perece a manos de los godos en el desastre de Adrianápolis (378 d. C.) y cuando el Ejército de Occidente queda prácticamente destruido en la batalla del Río Frígido (394 d. C.) que pone fin a la guerra civil entre el aspirante pagano Eugenio y el cristiano Teodosio. La enorme mortandad de ambas batallas acarreó la desaparición física de los elementos más valiosos y veteranos del ejército y la imposibilidad de reconstruirlo al hacerse imposible la trasmisión de sus conocimientos en la formación de los nuevos reclutas. En estas circunstancias se hizo casi inevitable la aceptación de grandes contingentes de federados dentro de las fronteras imperiales, pero ya con derecho a un gobierno autónomo y a una organización militar propia y diferenciada, colaborando militarmente con el ejército de Roma cuando les es requerido pero sin formar ya parte de él y sin estar sometidos a sus reglas y mando directo.

Huida de Valente en la Batalla de Adrianápolis (378 d.C)


En la obra, sus autoras Pat Southern y Karen R. Dixon, tratan un sin fin de aspectos interesantes como son la defensa de las fronteras, la diferenciación entre limitanei y comitatensi, el proceso de reclutamiento, las condiciones en las que los soldados realizaban su trabajo (pagas, equipamiento, matrimonio, retiro, etc), las fortificaciones, los asedios, el estado moral de la tropa, etc. Además el libro va acompañado de abundantes ilustraciones, mapas, cronologías y glosario y esta escrito con una prosa muy fluida que hace que la obra sea de fácil lectura..
Las autoras hacen continuas referencias a las fuentes escritas como Vegecio, Amiano Marcelino, Procopio, la Notitia Dignitatum, etc aunque lo hacen con la precaución que cada uno de ellos se merece, apoyándose a su vez en autores modernos como Jones o Heather. Así se consigue ofrecer un amplio abanico de hipótesis allí donde las fuentes, antes mencionadas, la arqueología, la epigrafía o la arqueología no nos aclaran un aspecto determinado.
Los factores de la decadencia del Imperio Romano son numerosos y muy variados. Sin embargo analizar la evolución de su ejército en este momento nos ayuda a comprenderlos mejor y a entender como llegó a desaparecer en Occidente, fragmentándose en varios reinos bárbaros. 
El Ejército romano del Bajo Imperio es, en resumen, un gran ensayo cuya lectura es necesaria para los estudiosos de los aspectos militares de la Historia de Roma y también para las personas interesadas en conocer mejor una época que, a pesar de ser más reciente que la República o el Alto Imperio, nos es mucho más extraña.