No está claro que sea éticamente deseable ni tampoco técnicamente viable (desde luego, ahora mismo parecemos estar muy lejos de ello) conseguir la consciencia robótica , pero más allá de esa deseabilidad y esa viabilidad, hay un elemento previo que hace difícil el alcanzar esa consciencia: el propio concepto de lo que es la consciencia.
Y si no sabemos lo que queremos conseguir, en qué consiste y qué la caracteriza, parece muy difícil alcanzarla salvo que esta consciencia sea un fenómeno emergente, no intencionado, de otros desarrollos cognitivos avanzados (algo que subyace a algunos de los miedos asociados a la super-inteligencia y la presunta singularidad).
En un post futuro hablaré de algunos planteamientos y puede que avances en materia de consciencia robótica pero en este, simplemente, me voy a detener en el problema en sí mismo: qué es la consciencia y qué la caracteriza.
Y para hacerlo utilizo como base, como en muchos de los últimos artículos, las aportaciones del libro 'Cognitive robotics' editado por Angelo Cangelosi y Minoru Asada y en este caso concreto, en el capítulo que firma Antonio Chella de la Universidad de Palermo.
¿Qué es la consciencia? Los enfoques experiencia y funcional
Antonio Chella
Por qué la búsqueda de la consciencia es difícil, tecnología aparte, es sencillo de entender y Chella nos lo deja claro nada más empezar:There is no accepted definition of consciousness so far
Así que, si no sabemos cuál es el objetivo que queremos alcanzar, si no estamos de acuerdo en qué es la consciencia pues, bueno, es difícil conseguirla o al menos, estar seguros de haberlo conseguido.
Nos comenta Chella, no obstante, la existencia de dos grandes enfoques principales: el enfoque experiencial y el enfoque funcional.
En el enfoque experiencial asignamos consciencia a 'cosas' que tiene experiencias visuales, sensaciones corporales, imágenes mentales y emociones o, como afirma Thomas Nagel en su famoso 'What is it like to be a bat?' y recoge Chella, cuando el sujeto experimenta que existe 'algo' que es ser ese propio sujeto.
En el enfoque funcional, más que sensaciones, los elementos conscientes exhiben algunas capacidades o funciones como que procesan la información disponible, son conscientes ('aware' no 'conscious') de sí mismos, disponen de un modelo de sí mismos y de su entorno, generan un discurso interno y se relacionan mediante interacciones sensomotoras con el exterior.
Axiomas para una consciencia
En el capítulo citado, Chella hace un breve recorrido histórico de los trabajos en materia de consciencia robótica, en los que no me detendré ahora, y también en algunos trabajos y experiencias procedentes de la neurociencia. A lo mejor vuelvo a ellos, pero ahora, manteniendo la intención de este post de revisar cómo se intenta caracterizar la consciencia, me detendré a mencionar los cinco axiomas que Igor Aleksander propuso en 1992 como aspectos a verificar para concluir que un organismo es consciente. Son los siguientes:
- Aprendizaje: Un organismo que no aprende, no puede ser consciente
- Estado interno: Un organismo consciente posee un estado interno que representa el mundo exterior
- Atención al estado: Un organismo consciente es capaz de prestar atención a ese estado interno
- Acciones: Un organismo consciente es capaz de generar estados internos relacionados con entradas externas y generar acciones adecuadas
- Predicción: Un organismo consciente es capaz de predecir eventos externos mediante desarrollos controlados de su estado interno
Aunque quizá eche en falta alguna mención al estado interno que representa al propio organismo, no solo a su entorno, este planteamiento de Aleksander me parece muy interesante porque recoge de forma muy clara características que deseamos, enlaza muy bien con el concepto de agente inteligente que se maneja en inteligencia artificial y robótica y aproxima a una implementación real, no a una mera especulación.
Conclusión
Todavía 'hay mucho que trillar', muchos que investigar y consensuar a nivel de filosofía, psicología y neurociencia para tener claro qué es la consciencia en seres vivos y especialmente humanos y también mucho que trabajar para conseguirla en una máquina, en un robot, y eso siempre suponiendo que sea algo deseable y alcanzable.
De momento, ahí dejo algunas de las ideas existentes y en futuros artículos veremos alguna idea de cómo se avanza en este campo en el caso de robots e incluso el planteamiento de alguna prueba de consciencia.