Entre las grandes obras de ingeniería del siglo XVI destaca el Embalse de Tibi sobre el río Monnegre. La ingeniería era parte de la matemática en la época y sus artífices solían ser conocidos como los matemáticos del rey.
La obra fue iniciada en 1580 y estuvieron a cargo del italiano Juan Bautista Antonelli y su sobrino. Juan de Herrera y posiblemente Juanelo Turriano colaboraron en el diseño.
Durante más de dos siglo tuvo el honor de ser la presa más alta del mundo con sus 46 m de altura. Se trata de una impresionante construcción de sillares en arco, innovadora y precursora de las mejores presas modernas.
La presa fue restaurada en el siglo XVIII. Los dos puentes de bella factura y la ermita con escudo son de la Ilustración.
Una escalera parcialmente excavada en la roca permite superar el enorme desnivel y subir cómodamente hasta la ancha corona del embalse.
Si la visita se realiza en febrero nos encontraremos los almendros en flor en una zona de insuperable belleza natural. El río se llama Verde aguas arriba, Negro en la zona media y Seco en su desembocadura en El Campello.