Titulación, preparación, organización, experiencia, implicación, esfuerzo, competividad... todo para esto: salarío miserable, trabajar más horas que un reloj y convertirse en un ser invisible para el resto del mundo laboral e institucional, un individuo que solo existe para formar parte de las estadísticas, pagar impuestos y consumir (si puede).
Los titulados universitarios cada vez lo tienen más difícil para encontrar trabajo.