El empresario del papel higienico: un libro para leer, recomendar y regalar.

Publicado el 10 diciembre 2013 por Jose Angel González Utrero @exitos_negocios

En estos dias de molicie, coñac y chimenea ha caído en mis manos un libro delicioso: El empresario del papel higienico, de Mike Michalowicz.

Por el título, lógicamente, uno no espera enfrentarse a un sesudo tratado sobre emprendimiento. Quizás por eso, sorprende la profundidad de sus reflexiones. Es uno de los textos más divertidos y motivadores que he leído en mucho tiempo.

¿Quién no ha estado alguna vez en semejante situación? La metáfora de partida es sencillamente brillante. Es, literalmente, al final del rollo cuando somos capaces de encontrar la alcantarilla que no sacará del callejón (en apariencia) sin salida en el que nos habíamos metido.

Pasa igual en los negocios

En el mismísimo instante en que uno, como empresario, asume de manera impostergable que las vías de solución habituales se han agotado, es cuando está dispuesto a redoblar su ingenio.

Cuando hay papel de repuesto, o trescientos mil euros de presupuesto, no surgen las mismas preguntas. Ni siquiera nos  inquietamos ante el hecho de que no estamos reponiendo los rollos gastados.

Para resolver un problema empresarial, normalmente hay que elegir entre el dinero y el ingenio. Las soluciones aportadas por el dinero son con frecuencia peores: tenemos miedo de perder, y vamos a lo seguro. No nos atrevemos.

Es por esto que las grandes empresas son tan retraídas cuando se trata de innovar.

Si no quedan más que unos tristes papelajos adheridos al cartón, por el contrario, no hay otra opción. Sin ingenio, no vas a resolver tu problema. El ingenio se hace indispensable simplemente para sobrevivir. Esa es la diferencia.

Y esa es también la razón por la que un empresario que comienza con un limitado o ningún presupuesto, paradójicamente tiene muchas más probabilidades de encontrar ideas que revolucionarán su sector, en lugar de otro cuya aventura es financiada con solvencia.

¿Por qué? El primero reúne todas las condiciones para innovar. No tiene dinero: no tiene otra opción. Mientras que el otro puede recurrir a lo que ya se está haciendo, en lugar de tomar riesgos.

Por supuesto, esto no quiere decir que sea más fácil tener éxito sin capital. Esto significa que tenemos más posibilidades de encontrar grandes ideas cuando se parte de la nada. Y si funciona, seguramente adelantemos a aquellos cuya capacidad de innovar está anestesiada por un amplio presupuesto.

En El empresario del papel higienico  se reflexiona sobre todo esto y se aportan claves importantes y una metodología práctica muy interesante.

En definitiva, un gran libro para leer o regalar.

¡Saludos!