Sentirse encerrado. Como cuando pensamos algo y a eso mismo ya le encontramos su verdad contrafáctica, una elucubración tras otra del entretenimiento mental de saberse resuelto sin que por eso se mueva un pelo de la cosmovisión que ya teníamos preestablecida.
¿Quién logra estar satisfecho sin poder citar algún hecho?
La escena me devuelve repeticiones, reincidencias, la necesidad del valor ajeno para sentirse aprobado, querido.
El no ya lo tenés es una frase interesante…
Los engranajes deben estar aceitados para funcionar. Por más vuelta de acceso, o forma de mantenerse en la asepsia del rol ya ensayado, aprendido hasta la mínima memoria.
¿Y si tomás prestado uno para salir de la abulia indecente del que frena sin pausa?
Pausa. A ver, vos…