El encuadernador, de Bridget Collins

El encuadernador (The Binding)
Bridget Collins
Traducción de Nieves Calvino Gutiérrez
Plaza & Janés
480 páginas
✯✯✯✯Sinopsis: 
Imagina que los libros no solo contienen historias. Imagina que puedes ocultar entre sus páginas tus mayores miedos, tu dolor más profundo, tus secretos más oscuros. A todo el mundo. Incluso a ti mismo. Para siempre.
Emmett Farmer, después de un largo día de trabajo en el campo, recibe una misteriosa carta que le cita a incorporarse como aprendiz de encuadernador. Es una profesión que despierta miedo y superstición en su entorno. Sin embargo, como humilde campesino sin recursos, no le queda más remedio que abandonar la granja familiar.
En la casa aislada donde vive su maestra, la anciana Seredith, Emmett aprenderá a elaborar libros que, más allá de tener unos acabados muy cuidados, son tomos mágicos que conservan los recuerdos de las personas y atesoran secretos del pasado.
Quien quiere olvidarse de algún episodio del pasado, puede acudir al lugar donde los encuadernadores encierran estas vivencias en volúmenes que guardan en una cripta bajo el taller: una suerte de biblioteca del olvido en la que todo permanece a la espera. Pero un día Emmett descubre su nombre en uno de esos libros... 
Opinión personal (sin spoilers):
Tras una sinopsis tan enigmática como la de este libro, solo te puedes esperar a encontrar una historia igual de misteriosa entre sus páginas. A pesar de eso, sin duda alguna os diría que lo mejor que contiene esta historia, es adentrarte a conocer a Emmet sin saber apenas nada de lo que te vas a encontrar en su interior, ya que eso hace que la historia se convierta, en cierto modo, en algo un pelín más especial. La he disfrutado un montón y a pesar de que tiene sus pequeñas pegas, la verdad es que lo bueno compensa con creces esos pequeños detallitos que más adelante os comentaré.
En esta historia empezaremos conociendo a Emmet Farmer y desde el principio veremos que la trama está siempre como con una continua neblina, una trama gris y con un gran halo de melancolía y quizá un poco de tristeza que si bien al principio pasa un poco más desapercibida por parte del lector, a medida que se avanza con el libro, cada vez queda más claro. Este ambiente nos va a acompañar durante toda la historia, a ratos más pronunciada y a ratos más disimulada, pero es uno de los pequeños aspectos que hacen que esta historia sea, bajo mi punto de vista, especial. Si bien es verdad que hacia poco menos de la mitad la trama sufre un giro importante que cambia muchos aspectos de la narración y la historia (inesperados totalmente por mi parte, la verdad), eso no hizo que lo disfrutara mucho menos. ¿Eché de menos algunas explicaciones sobre algunas cositas que me habría gustado saber? Sí. ¿Impidió eso que disfrutara de la historia que nos cuenta Bridget? Para nada. Como os he dicho, a pesar de ese giro que no me vi venir y de esa pequeña pega de que yo habría añadido explicaciones extra sobre cierto aspecto de la historia, lo demás, la verdad, es que me maravilló por completo.
El libro no me enganchó desde el principio, sino desde un poquito menos de la mitad. Está dividido en tres partes claramente diferenciadas y con saltos temporales, donde aprenderemos la historia a su vez después el punto de vista de diferentes personajes. Mi parte favorita, sin duda alguna, fue la segunda, que fue dónde realmente empecé a entender algunas cosas de lo que habían pasado en la primera y la historia empezó a cobrar sentido y empezó a decantar hacia donde iba a tirar la trama, que no era hacia donde yo me esperaba. La escritura de Bridget es bastante delicada y con mimo y eso se nota a medida que van avanzando los capítulos, donde cada vez te encuentras un pelín más enganchada a esta historia sin darte apenas cuenta. 
Si nos centramos en sus personajes, tenemos dos claros protagonistas, aunque de uno de ellos no voy a decir nombre. Emmet es, sin duda, el principal personaje de este libro, es sobre quién va la historia pero también sobre a quién involucra en ella. Es el personaje mejor construido de todos junto con el otro protagonista y a pesar de el halo de confusión que tienen ambos a lo largo de la novela, se ve muy justificado a medida que te adentras en la historia. Encontramos también mogollón de secundarios, algunos más importantes que otros pero ninguno construido tan minuciosamente como ellos dos. Emmet sin duda es un ser de luz, el otro personaje es un personaje más gris, más atormentado pero que juntos hacen una pareja estupenda y se complementan a la perfección. También es verdad que excepto alguno puntual, todos los secundarios han sido bastante odiosos por su tipo de pensamiento, o su forma asquerosa de actuar, sin principios, sin escrúpulos y sin humanidad. Eso me ha gustado pero a su vez me ha mantenido sufriendo porque, obviamente, los que la mayoría de veces sufrían esos actos eran los protagonistas y yo sufría mucho por ellos. 
Los capítulos finales fueron toda una montaña rusa de sentimientos y de no poder parar. La prosa de Bridget te atrapa y hace que las últimas páginas no las leas, las devores para saber cual será el sino de nuestro protagonista. ¿La novela no fue por dónde yo creía? Cierto. ¿Me gustó eso y la historia con la que terminó? No me gustó, me encantó.
En definitiva, 'El encuadernador' ha sido una lectura que no ha sido para nada lo que yo esperaba de ella. No ha ido sobre lo que yo imaginaba pero aun así ha conseguido que la disfrute enormemente, que sufra, que shipee a sus personajes y que me haya mantenido en vilo hasta el final. Es una lectura que se vuelve adictiva llegando a la mitad y que no puedes esperar para ver el final de Emmet. Y que a su vez, es cuqui y entrañable. ¡Super recomendable!