Olivier se muda a La Goupil, un desolado pueblo donde deberá vivir durante un año. Al lado de su nuevo hogar hay una casa en apariencia abandonada; sin embargo, allí habita una niña con un perro y sólo él puede verlos. Obsesionado con estas presencias, Olivier decide investigar y descubre la trágica historia que ocurrió en aquella vivienda durante la Segunda Guerra Mundial.
Una novela de iniciación que, a través del suspenso, transporta al lector a uno de los acontecimientos más desgarradores de la historia contemporánea.
Pasan los días y Oliver no vuelve a ver al perro, hasta que un día al volver de la escuela encuentra al perro junto a una pequeña niña a la cual al parecer sólo él puede ver. Después de ese día la niña sigue apareciendo ante los ojos de Oliver y el chico está dispuesto a resolver lo que la niña representa y porque sólo él puede verla.
Como dije más arriba, el autor lográ envolvernos en una historia de misterio con un giro algo inesperado y una historia de crueldad humana que pondrá los pelos de punta a cualquiera. En este libro los fantasmas no representan el miedo, sino que son simples muestras de la monstruosidad de los vivos.